vitoria - Bioaraba, el instituto que aglutina toda la investigación sanitaria que se realiza en el ámbito local de Osakidetza, constituye a día de hoy un elemento fundamental para la innovación de excelencia en el territorio. Si bien es cierto que los profesionales que lo integran vienen trabajando desde hace muchos años en distintos proyectos de alcance internacional, no fue hasta julio de 2017 cuando Osakidetza y el Departamento de Salud reafirmaron su apuesta por consolidar la I+D+i que se genera en sus infraestructuras mediante la creación del centro, a semejanza de sus hermanos Biocruces y Biodonostia. A día de hoy, Bioaraba aglutina ya ocho grandes áreas de investigación: Salud Mental y Fragilidad; Enfermedades Cardiovasculares; Trastornos del Sueño; Enfermedades Respiratorias; Servicios de Salud, Medicina Comunitaria y Big Data; Enfermedades Raras; Antibioterapia y Desarrollo Farmacéutico, y Patología de Sistemas.

Aunque algunas de ellas son todavía emergentes, Bioaraba es referencia mundial en los estudios en torno en torno a los trastornos del sueño, el consumo de cannabis y la salud mental y la influencia de la dieta mediterránea en el tratamiento de las patologías cardiovasculares. El consejero vasco de Salud, Jon Darpón, mantuvo ayer una reunión de trabajo con los responsables de cada una de las áreas del instituto para conocer de primera mano los logros que han obtenido hasta el momento y los proyectos de futuro que van a desarrollar. Al encuentro, que se desarrolló en el edificio de consultas externas del Hospital Universitario de Álava (HUA), asistieron también varios altos cargos del departamento, de Osakidetza o el coordinador científico de Bioaraba, Joaquín Durán. “La investigación y la innovación son instrumentos imprescindibles para mejorar los resultados en salud de las personas, transformar el sistema sanitario y contribuir al desarrollo económico y social de la sociedad vasca. Por eso es fundamental seguir trabajando en estas áreas e impulsar la investigación”, expuso.

Entre los logros del área de Salud Mental y Fragilidad destacan las investigaciones que han concluido que el abandono del cannabis “modifica radicalmente el pronóstico de la psicosis”. En la actualidad, este grupo está centrado en el estudio de los factores de riesgo y protección frente a la enfermedad mental en niños y adultos, así como en el estudio de los factores de riesgo de la fragilidad. El área de Enfermedades Cardiovasculares trabaja por su parte en la prevención de patologías como el infarto de miocardio o el ictus cerebral con dieta mediterránea. Su ensayo clínico Predimed, de hecho, ha sido el primero en demostrar los beneficios ésta.

Entretanto, el área de Trastornos del Sueño destaca por el desarrollo del dispositivo postural Somnibel para evitar la posición en decúbito supino al dormir, al que se suman 16 proyectos activos en distintos campos de investigación en sueño. En Enfermedades Respiratorias la línea más consolidada es la de tromboembolismo pulmonar, al tiempo que en Servicios de Salud, Medicina Comunitaria y Big Data se han creado diferentes TICs en el manejo de enfermedades crónicas.

Los investigadores en Enfermedades Raras están participando en la elaboración de las guías clínicas internacionales para el diagnóstico clínico y molecular y el seguimiento de pacientes, mientras que en Antibioterapia y Desarrollo Farmacéutico trabajan en modelos de predicción de resistencias bacterianas en función del consumo de antimicrobianos, entre otros campos. Por su parte, el área de Patología de Sistemas abarca muchos y diferentes servicios que están desarrollando actualmente 72 estudios clínicos.