vitoria - Mizar nació como una pequeña startup hace poco más de tres años, a finales de 2014, en el seno del centro de empresas e innovación del Parque Tecnológico de Miñano (BIC Araba), una infraestructura que ejerce como instrumento dinamizador para la incorporación de nuevos proyectos al tejido productivo. Lo hizo gracias a la implicación de apenas tres profesionales, pero con las ideas claras: La I+D y el empleo de la maquinaria más avanzada serían dos de sus bases fundamentales. A día de hoy, el crecimiento de este proyecto local de impresión 3D se ha materializado en un crecimiento de su actividad por encima del millón de euros y la ampliación de su plantilla hasta las 15 personas, incluyendo una implantación en la localidad francesa de Toulouse. La firma, que tiene en los sectores aeroespacial y médico sus dos grandes nichos de actividad, aspira ahora a trasladarse a un nuevo emplazamiento, con oficinas y espacios propios y de uso exclusivo, en el entorno del propio Parque Tecnológico.

La consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, y su homólogo de Salud, Jon Darpón, visitaron en la mañana de ayer las instalaciones de la empresa, considerada ya como un excelente ejemplo de empresa industrial aplicada al ámbito de la salud. Un sector todavía limitado en la CAV pero “con un amplio potencial”, según enfatizó la propia Tapia. Tanto su equipo como el del titular sanitario mantuvieron una jornada de trabajo con los responsables del grupo Alcor, en el que está integrado Mizar, donde participó también la directora de la Red de Parques Tecnológicos de Euskadi, Itziar Epalza, “comprometida” con la gestión de esa futura reubicación de Mizar en un nuevo emplazamiento de Miñano, una vez que abandone su actual espacio en BIC Araba. Junto a Mizar, forman parte de Alcor las empresas eMédica y FMControl, dedicadas también al ámbito sanitario.

Durante el encuentro, los representantes del Gobierno Vasco se felicitaron por la “capacidad de crecimiento y desarrollo” que están teniendo el grupo Alcor en general y Mizar en particular con una oferta de diseño de productos y soluciones personalizadas que en ocasiones son únicas en Europa. Mizar, por ejemplo, está especializada en el diseño y la producción personalizada de útiles de montaje, prototipos de ensayo o piezas finales para la industria aeroespacial y de prótesis, implantes a medida o modelos anatómicos personalizados para la médica. Cuenta con clientes en todo el Estado, pero también en países europeos como Francia o Suiza, lo que da buena fue de su rápida eclosión en el mercado.

RIS3 Tapia contextualizó el valor de Mizar y del resto del grupo Alcor en la Estrategia de Especialización Inteligente RIS3, que en el caso de Euskadi se centra en los ámbitos prioritarios de la fabricación avanzada, la energía y la salud. Según señaló Tapia, se trata de hacer una apuesta por la diversificación de la economía vasca “aprovechando el potencial” de la industria, donde la salud humana abre importantes campos de investigación y de generación de nuevos productos y servicios. La titular de Desarrollo Económico advirtió también de que, pese a que el peso del sector todavía es pequeño en la CAV, tiene “un amplio potencial” al que hay que “ayudar a crecer”.

“La investigación de nuevos materiales, el desarrollo de productos cada vez más personalizados, la aplicación de tecnologías como la fabricación aditiva o la impresión 3D abren nuevas oportunidades para la industria 4.0 en la salud y en la medicina digital”, destacó Tapia en este mismo sentido.

Por su parte, el consejero de Salud señaló que apostar por la innovación constituye “una apuesta por el futuro de Euskadi”, por lo que consideró como “fundamental” que en el campo de la investigación y la innovación sanitarias “se creen sinergias de colaboración entre las empresas y el sistema sanitario para poder avanzar hacia una mayor riqueza y un mayor desarrollo socio-económico”, que además “aporte mejores resultados en salud para los ciudadanos y ciudadanas vascas”.

Darpón recordó también que el sector de las biociencias y la salud era “prácticamente inexistente” en el año 2000 en el tejido empresarial vasco, mientras que ahora representa “una amplia cadena de valor” que incluye a los sectores de la biofarmacia, la biotecnología, la medtech -dispositivos médicos- y los distribuidores, además de los clientes finales, con la propia Osakidetza como principal empresa. Darpón, de hecho, cifró el crecimiento anual de este mercado en un 10%. En esta línea, como ejemplo, detalló que su departamento destinó el pasado 2017 en torno a 4,7 millones de euros en ayudas para apoyar proyectos de I+D y otras iniciativas relacionadas con la innovación.

La empresa. Mizar es una compañía alavesa líder en impresión 3D, la llamada fabricación aditiva, que basa su potencial en un esfuerzo “permanente” en I+D, la maquinaria más avanzada y su capital humano. La firma ofrece un servicio especializado desde el diseño hasta completar la producción personalizada en los sectores aeroespacial (útiles de montaje, prototipos de ensayo o piezas finales) y médico (prótesis, implantes a medida, modelos anatómicos personalizados?), pero también en el sector industrial en general.