vitoria - Con 481 millones de euros para gastar -13,7 millones más que el años que el año pasado- la Diputación Foral de Álava quiere que el tercer proyecto presupuestario de la legislatura sea el que ejerza de punto de inflexión para el “despegue” del territorio hacia “un nuevo ciclo inversor”.

El diputado general de Álava, Ramiro González, y el diputado de Hacienda, José Luis Cimiano, pusieron ayer sobre la mesa las cifras principales de los Presupuestos de 2018 -antes el responsable de Hacienda trasladó el documento a Pedro Elosegi, presidente de las Juntas Generales- mientras las negociaciones para su aprobación a finales de diciembre en la Cámara foral continúan en marcha, supeditadas de una forma u otra al apoyo a la reforma fiscal pactada por PNV y PSE y aprobada también en el Consejo de Gobierno Foral de ayer. De no lograr un apretón de manos presupuestario bien con EH Bildu o con el PP, el proyecto presentado quedaría evaporado y Álava se vería abocada a una prórroga de las cuentas actuales, aunque ahora mismo, con más de un mes por delante para negociar, el ejecutivo de González no contempla dicha opción.

En su montante total -sin Cupo, Fofel, ni aportaciones al Gobierno Vasco-, el Presupuesto de 2018 alcanza los 2.463 millones de euros (5,5% más), y el ejecutivo foral destaca entra otras cuestiones el incremento en un 4,7% de las inversiones en el territorio, con 96,5 millones de euros en total, de los que casi la mitad (41,5 millones de euros) se destinan a carreteras.

La movilidad sostenible -ampliación del tranvía al sur y el autobús eléctrico contará con 3,9 millones de euros - el proyecto incluye también dos créditos de compromiso, de 1,2 millones en 2019 y 3,1 millones en 2020 para la extensión del tranvía a a Salburua-, mientras 17,8 millones se destinan a desarrollo económico y empleo; 5,3 millones a infraestructuras hidráulicas -González reprochó el Gobierno de Rajoy que aún no se hayan ejecutado los 72 millones de euros para Álava fruto del acuerdo presupuestario en Madrid-; 14,9 millones para el organismo de Bomberos Forales de Álava; 610.000 euros para el aeropuerto de Foronda o 3,9 millones para la promoción industrial son algunas de las partidas que engloban este “presupuesto inversor”, en palabras del mandatario foral. Crece también la financiación de las entidades locales a través del Fofel, con una aportación de más de 216 millones (3,7% más que el año pasado) más 15,2 millones de euros del Plan Foral de Obras y Servicios (un 2,7% más). Cuestionado sobre el canon de capitalidad que el año pasado incluyó una partida de 2,5 millones para inversiones en Vitoria, González recordó que esa cifra se mantiene en las nuevas cuentas.

Un acuerdo que se presentó hace unos meses y que incluye aportación foral a la reforma de Santa Bárbara y el Gasteiz Antzokia, entre otros. Por departamentos, Infraestructuras Viarias y Movilidad es el que más crece (un 11,24%, fruto de las inversiones necesarias para, principalmente la N-124, la N-240 y la A-2120), seguido de Medio Ambiente y Urbanismo (+4,2%). Ninguno de los departamentos verá reducido su nivel de gasto para el próximo curso. Servicios Sociales es el área que un año más contará con mayor peso económico -un 48,7% del total, incluidos los 203 millones de euros del Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS)-, seguido de Hacienda y Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial.

A la espera de que cada diputado exponga la próxima semana las líneas básicas de su departamento y las partidas específicas, José Luis Cimiano destacó entre las novedades del nuevo proyecto presupuestario el fortalecimiento de la lucha contra el fraude (con 2,3 millones) destinados a “reforzar los medios de los que disponemos, porque ahora tenemos mucha información que debemos optimizar por áreas o contribuyentes”, señaló, además del fomento de la igualdad y la lucha contra la violencia de género (2,1 millones), euskera (948.000 euros) y museos (2,6 millones). Destaca también el endeudamiento neto cero de las cuentas de 2018, que “rompen la tendencia de la legislatura anterior”. “La deuda no sólo ha dejado de crecer, sino que ha disminuido”, incidió Cimiano, que mostró su intención de “seguir amortizando deuda también el año que viene”.

“Hemos pasado años en los que los esfuerzos de la Diputación se han dedicado a resistir los embates de la crisis y mantener las políticas públicas en momentos de graves dificultades. Ahora este proyecto servirá como punto de despegue para alcanzar el futuro. Es un presupuesto para construir futuro en el que crecen las inversiones, servicios sociales y la financiación municipal. La recuperación económica en Álava está consolidada y es el momento de iniciar un nuevo ciclo de inversión”, concluyó González.