VITORIA - La cita de los ciudadanos ante la Hacienda municipal a la hora de tener que afrontar el abono de los diferentes impuestos, precios y tasas que cobra el Ayuntamiento encara una nueva y más moderna relación. El gabinete de Gorka Urtaran trabaja en el desarrollo que lleve a implantar una tarifa plana con la que mantenerse al día con el fisco municipal. Así lo esbozó ayer el primer edil con esta actuación que pretende pueda estar en vigor “para el ejercicio del año 2019”, y que ya desde enero de ese mismo año esté a pleno rendimiento. Se avanza así hacía un reparto, durante doce meses, de las cantidades que los ciudadanos deben abonar por los citados impuestos, sin tener que esperar a los periodos puntuales de cobro de los mismos y que, en ocasiones, puede suponer un pequeño quebranto en las economías domésticas ante estos pagos programados a lo largo de las diferentes épocas del año.

A pesar de hallarse todavía el sistema en una fase embrionaria y pendiente de un desarrollo más concreto, se optará por una fórmula que conlleve el “prorrateo de todos los impuestos que cada ciudadano paga, para orientarlos a un abono mensual”, argumentó Urtaran.

Se pretende hacer un sistema de pago más liviano y evitar la llegada de “meses concretos” en los que hay que abonar tasas y precios públicos, que tienen fijadas sus fechas concretas de cobro. “Eso requiere un sistema informático que nos permita impulsarlo y esperamos que en enero de 2019 pueda estar en marcha”, deseó el alcalde en su habitual comparecencia semanal, retrasada al lunes tras la festividad del jueves. “Queremos impulsar importantes mejoras en la prestación de los servicios municipales, aumentar su eficacia mediante el uso inteligente de la información, mejorar la relación entre la Administración y la ciudadanía, ganar en transparencia y dar nuevas oportunidades de desarrollo social y económico”, apostilló.

Dentro de ese desglose mensual de cantidades quedan incluidos impuestos como el del Bienes Inmuebles (IBI), el de recogida de basuras, el abono a las instalaciones deportivas municipales o el de Vehículos de Tracción Mecánica (VTM) que abonan gran parte de la ciudadanía y ya vienen establecidos dentro del particular calendario fiscal con el departamento de Hacienda municipal a lo largo del año. Fuera de este ámbito de la tarifa plana quedarán otra serie de pagos y recibos como el consumo del agua, a cargo de la sociedad municipal Amvisa, o inscripciones en actividades concretos de los centros cívicos. El consumo de agua se factura de manera trimestral a lo largo del año y las cantidades siempre son diferentes, en función de los consumos registrados en cada domicilio, por lo que no se puede estipular el mencionado prorrateo de las cantidades.

mejor planificación La fórmula de tarifa plana en la gestión de tributos municipales, además de facilitar los pagos a la ciudadanía, permitirá dosificar los ingresos del Ayuntamiento gasteiztarra en la misma medida que el gasto y evitar las denominadas tensiones de tesorería que, en alguna ocasión, pudieran obligar al Consistorio a recurrir en momentos puntuales a cuentas de crédito como fórmula de financiación extraordinaria. Esta iniciativa es una fórmula más avanzada que la que hasta ahora se llevaba a cabo. Es un paso más y una especie de evolución del fraccionamiento y aplazamiento del pago de deudas, que ya el Consistorio permite hacer para las personas físicas y jurídicas que, por dificultades temporales de liquidez, no pueden hacer frente al pago de su deuda.

El pago del IBI es uno de los impuestos que está sujeto al fraccionamiento y el Ayuntamiento permite que se pueda hacer frente a su abono hasta en nueve cuotas. Para ello se requiere que la cantidad a abonar sea inferior a 4.000 euros y que los contribuyentes hagan constar su deseo de abonarlo de esta manera a la Hacienda municipal.

vieja aspiración La puesta en marcha de esta fórmula es una pretensión requerida ya por los ciudadanos y reclamada por algunas entidades como el Síndico de Gasteiz. El encargado de recoger las principales preocupaciones de la ciudadanía ya contempló en su informe de actuación del año 2013 esta misma cuestión. Hace cuatro años pidió flexibilizar el pago de impuestos, dado que advertía que cada vez le llegaban más casos de contribuyentes con dificultades para abonar recibos puntuales, aunque el importe fuera bajo. Por eso, hizo un llamamiento a modificar la ordenanza del cobro de impuestos, que parece dentro de dos ejercicios va a encontrar respuesta con la entrada en vigor de esta denominada tarifa plana y que aliviará el bolsillo de los ciudadanos.

También desde el propio Ayuntamiento se enfila la recta final de otra vieja aspiración. Hay que recordar que el ya exconcejal de Hacienda, Borja Belandia, incluyó esta misma cuestión, en el año 2105, dentro de su programación de actuación para la presente legislatura. En la presentación de los pilares del trabajo de su departamento, para los cuatro ejercicios hasta 2019, ya se refirió, el ahora director general de Lanbide, a la posibilidad de que los contribuyentes pudieran dividir en doce cuotas la cantidad global que pagan en impuestos al consistorio. Belandia vio en este pago repartido a lo largo del año una solución beneficiosa tanto para los ciudadanos como para el Ayuntamiento, a la hora de concretar y calcular los gastos e ingresos de ambas partes.

Las alusiones sobre la tarifa plana fueron una parte de la exposición que ayer realizó Gorka Urtaran en la presentación del plan Smart Green City. Se trata de una actuación encaminada, entre 2017 y 2024, a gestionar de forma “más eficaz los servicios públicos”. Para ello, pivota sobre “tres ejes estratégicos relativos a la gestión municipal, la sostenibilidad urbana y la cohesión social. Incorpora 17 proyectos para modernizar servicios como transporte público, alumbrado, aguas o limpieza.