26 de junio de 1938

ntre la primavera y otoño de 1937 se produce la denominada Campaña del Norte, entre las fechas del 31 de marzo al 21 de octubre, que es como se llama la ofensiva protagonizada, durante la Guerra Civil Española, por el ejército rebelde del general Franco, sobre la zona de la cornisa cantábrica que sigue leal a la II República. Las fuerzas de choque del ejército franquista en esta ofensiva son las denominadas Brigadas de Navarra. Sin solución de continuidad van cayendo en poder de los golpistas Bilbao (19 de junio), Santander (26 de agosto) y Gijón (21 de octubre). La España peninsular queda partida en dos grandes zonas: Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi, La Rioja, Navarra, la mitad del territorio de Aragón, Castilla-León, Extremadura y gran parte de Andalucía queda en poder del ejército insurrecto y el resto del territorio sigue perteneciendo al Gobierno legal.

Vitoria, entre el 19 y 20 de julio, se convierte en zona ‘nacional’, llegando la capital alavesa a ser sede de dos ministerios: Justicia y Educación. El Deportivo Alavés no es ajeno a la situación que se padece en el Estado español y a partir del 4 de abril de 1937 disputa diversos partidos amistosos, con fines benéficos, a favor de los insurgentes. En octubre de 1937 el club comienza a reorganizarse, mientras sigue jugando este tipo de encuentros, y mediante una circular anima a la ciudadanía local a apoyar al equipo albiazul y convertirse en nuevos socios con una cuota única de 1 peseta (0,006 euros) al mes. El miércoles 2 de febrero de 1938 en los salones del Ayuntamiento gasteiztarra, el club celebra una Asamblea General en la que se nombra una Junta Directiva que preside Luis Manso y en la que figura como tesorero-contador el militar de profesión Luis Molina, que en la temporada 1955-56 será el presidente del Deportivo Alavés en Primera División.

En esta Asamblea, entre otros asuntos, se trata de todo lo relacionado con la participación del equipo albiazul en la denominada ‘Copa Brigadas de Navarra’. Esta competición es organizada por la Federación Guipuzcoana, que la presenta con este manifiesto fascista: “Esta Federación tiene el honor de ser la primera entidad que organiza y celebra una competición oficial, dentro del glorioso Alzamiento de la España digna y honrada”. Los equipos participantes son Tolosa, Logroño, Donostia (Real Sociedad), Osasuna, Unión de Irún (sic), Oriamendi de Barakaldo y Deportivo Alavés. La competición consta de dos fases: una primera que es una ‘liguilla’ a dos vueltas, clasificándose para la siguiente cuatro conjuntos, y una segunda de Semifinales a doble partido y Final a un solo encuentro. Los de Mendizorroza cuentan con una gran plantilla para este torneo, en la que sobresalen los nombres de Albéniz, en su doble función de jugador-entrenador, Pepe Mardones, Quincoces, Urquiri, ‘Fede’, Patxi Iriondo, Olivares, Elices, Inchausti o Chomin Rey y que, junto a los jóvenes y emergentes futbolistas vitorianos como Langarica o Las Heras, forman un conjunto de auténtico postín. En la ‘liguilla’ el equipo solo conoce una derrota, en el primer partido frente al Oriamendi (7-2) en San Mamés, y un empate, frente al Donostia (2-2) en Atotxa. Como campeón del grupo pasa a Semifinales eliminando al Unión de Irún por un global de 7-4 y el domingo 26 de junio de 1938 en el pamplonica campo de San Juan, con toda la parafernalia propagandística y bélica de la época en la que se vive, se proclama campeón al vencer al Oriamendi, que cuenta en sus filas con futbolistas de la talla de Zabala, Oceja, Ortúzar, ‘Bata’ o Gárate, por 2-1. Ambos goles son marcados por ‘Chipirón’ Olivares, el último a falta de nueve minutos para la finalización del tiempo reglamentario.

Este gasteiztarra, suegro del posterior futbolista albiazul ‘Coque’, era el capitán del equipo y fue el encargado de recoger el trofeo de campeón, de manos del teniente coronel Julián Troncoso que ostentaba la representación del general Solchaga.

Nada más finalizar el partido el alcalde de Vitoria, Rafael Santaolalla, mandó sendos telegramas a Camilo Alonso Vega -ya general y líder del golpe de estado en Gasteiz en julio de 1936-, y al general José Solchaga, jefe de las Brigadas de Navarra.

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