odo el alavesismo se sorprendió y convulsionó el 29 de enero de 2010, cuando Fernando Ortiz de Zárate, presidente del Deportivo Alavés SAD, anunciaba a los cuatro vientos que tanto él como su Consejo de Administración dimitían en pleno. Era una forma de mostrar su hastío a una situación de acoso y derribo que estaba sufriendo desde diferentes puntos. La afición albiazul de base, aquella que cuando el Deportivo Alavés pierde deja de reír y se va a la cama sin cenar, la que le ofreció un baño de multitudes el 15 de junio de 2008 en Balaídos, no acababa de entender nada y se preguntaba interiormente el porqué de esta situación, el porqué de la marcha del hombre que evitó la desaparición del club y que lo arrancó de las manos de un ucraniano sin escrúpulos.

La aventura alavesista de Fernando comenzó mucho antes del lunes 16 de julio de 2007, fecha en la que asumió el control del Deportivo Alavés tras firmar el contrato de compra venta de las acciones de Piterman, curiosamente con Javier Tebas, actual presidente de la Liga de Fútbol Profesional, como apoderado del ucraniano. Su padre Javier le inculcó su amor, su cariño e ilusión por los colores albiazules. Colores que defendió como jugador en el Deportivo Alavés Aficionados, a las órdenes de un excapitán como Jesús Aranbarri. En esa travesía por el desierto de dos años y medio aproximadamente al mando del club, Fernando tuvo que sortear un montón de escollos: acogerse a una Ley Concursal para evitar la quiebra técnica y el fallecimiento por inanición económica del club; al descenso a Segunda B al finalizar la temporada 2008-09, tras haber asistido la anterior a los milagrosos y recordados partidos frente a Real Sociedad y Celta; al deambular errático del equipo en esa Segunda B, tras haber comenzado de una manera vertiginosa en los seis primeros encuentros; a una ampliación de capital con poco respaldo social, tan solo 300.000€ de los 3.000.000 previstos… Tuvo que hacer frente a tantas cosas.... Pero además, tuvo que soportar los agravios lanzados por algunos sectores de su connivencia con Piterman y de esos mismos sectores de su deseo de levantar alfombras del club para aclarar diversos aspectos. Pues bien, nada de eso se probó, y algunos que hablaban de levantar alfombras se vieron sorprendidos cuando levantaron las suyas e incluso observaron cómo se bajaba de su barco gente reclutada para levantar esas esteras. Con errores, que los tuvo. ¿Qué presidente no los ha tenido alguna vez? Fernando llegó a finales del mes de enero de 2010 y dijo basta.

En ese mes de enero tuvo un nuevo encuentro con Alfredo Ruiz de Gauna, que iba a ser el siguiente dueño del sillón presidencial, para intentar arreglar la difícil situación económica por la que pasaba el Deportivo Alavés y realizar una aportación conjunta de 200.000€, con la que poder realizar los pagos más urgentes del club. Pero Fernando dijo basta tras escuchar las palabras de Claudio Rodríguez, teniente de diputado general: “Si se está cerrando la llegada de posibles accionistas al Deportivo Alavés, su futuro se está cuestionando; hay gente que no ha podido comprar acciones”. También indica que la Diputación Foral no ha tenido contactos con Javi González, antiguo candidato a la presidencia del Athletic e interesado en entrar en el accionariado albiazul, aspecto que desmentiría más tarde Xabier Agirre, diputado general. “No quiero ser ningún obstáculo para la entrada de nuevos accionistas”, a modo de epitafio, fue la respuesta de Fernando Ortiz de Zárate anunciando su marcha. Curiosamente la familia Zárate, sería un importante apoyo inversor en el desembarco del Grupo Baskonia en el Deportivo Alavés en junio de 2011.

“El Consejo de Administración no quiere ser obstáculo alguno para la entrada de nuevos accionistas que quieran formar parte del club. Por ello, y para que no haya ninguna duda que el actual Consejo no ha puesto ninguna traba, ha decidido presentar su dimisión”.

“No puedo entender que unas declaraciones de este humilde

Teniente de Diputado General, hayan podido ser la causa de la dimisión del presidente del Deportivo Alavés. La entrada de nuevos socios capitalistas pueden garantizar el futuro del club”.

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