Uno de los jugadores que, últimamente, más está levantado de sus asientos a los aficionados que acuden a Mendizorroza es Calebe Gonçalves. El brasileño ha dejado atrás los problemas musculares que tanto le lastraron en sus primeras apariciones como albiazul, cortadas abruptamente, y ahora, por fin, está pudiendo demostrar por qué el ‘Chacho’ Coudet apostó tanto en verano por su incorporación.
“Estoy muy contento, muy feliz. Ya desde pequeño, había sido un sueño para mí jugar en LALIGA, y ahora trabajo duro para sumar minutos y ayudar al equipo a que consiga todos sus objetivos, que es lo más importante”, comenzó Calebe su comparecencia de este miércoles en Ibaia, previa al duelo contra el Girona. La visita a Montilivi será la última parada antes del impás por selecciones de noviembre.
Preguntado por su adaptación al fútbol europeo, el brasileño reconoció que ha tenido que ser muy rápida, para así ser útil desde el principio. Entre las diferencias, Calebe destaca el “ritmo” del juego, cuya “intensidad” le obliga a “estar siempre concentrado”. Ahora bien, esto no ha sido una sorpresa para él, pues ya había visto partidos en su país. Venía preparado para el reto.
En este exigente proceso, “minimizando déficits”, le ha aportado mucho un compatriota con el que lleva tiempo trabajando y también, por supuesto, el cuerpo técnico del Alavés y el resto de la plantilla. “Los entrenamientos fuertes, hablar con mis compañeros… Hay muchas cosas que me están ayudando. A mí, por ejemplo, me gusta mucho que me digan dónde mejorar. Soy muy autocrítico”, apuntó.
Calebe, desde el principio, ha tenido claro que no quiere pasar sin pena ni gloria por Mendizorroza. Quiere “hacer historia”, “dejar huella”, en el Alavés. Y por eso está intentando empaparse al máximo de todo lo que rodea al club. También le gusta Vitoria-Gasteiz, si bien, entre risas, sabe que ahora llega el invierno. El cambio respecto a Fortaleza, al este de Brasil, es grande. Allí “siempre hacía mucho calor”.
Profundizando en lo futbolístico, Calebe explicó cuáles son sus obligaciones sobre el césped. Aquello que le pide el Chacho cuando juega: “Sin balón, nos pide ser agresivos, que marquemos a nuestro par y ayudemos en defensa. Es ahí donde me ha dicho de mejorar. Luego, en ataque, sí que tengo más libertad. Quiere que encare, que busque el gol y que ayude a los compañeros a tener ocasiones claras”.
Sobre las claves por las que el Alavés está octavo, bastante lejos de la pelea por la permanencia, que sería su lugar natural, el brasileño destacó el hecho de que el equipo “afronte cada partido como una final”. Trabajan “duro cada día” para ser “intensos” durante los 90 minutos e ir siempre “a por los puntos”. Esa es, según él, la mejor manera de cumplir los objetivos. Y la actitud no será diferente en Montilivi.
Por último, Calebe quitó importancia a los dos contratiempos físicos que sufrió en sus primeras apariciones. Lo de Getafe fue un “bocadillo” que le obligó a irse al banquillo por precaución y, contra el Elche, sintió un “pinchazo” que luego “no fue nada”. Frente al Valencia y el Espanyol no ha tenido ningún problema, así que parece que no es tan de cristal como apuntaba en esas apariciones iniciales.
LE HA GANADO EL PUESTO A VICENTE
Buena muestra del buen rendimiento que está dando Calebe, y de lo mucho que le gusta a Coudet, es que le ha quitado el puesto a Carlos Vicente, prácticamente indiscutible para el Glorioso desde su llegada en enero de 2023. El brasileño, sin ser tan vertical ni veloz como el maño, está logrando generar más peligro que él, y eso es diferencial para una escuadra como la albiazul, que no anda sobrada en ataque.
Calebe, además, encaja mejor con ese fútbol de toque, de paredes, de cuidar el balón, que está tratando de implantar el Chacho en el Paseo de Cervantes. Además, cumple con ese perfil que tanto echó en falta el técnico argentino durante el curso pasado, según manifestó varias veces. El de ese futbolista que, de la nada, puede inventarse una jugada que ponga en jaque a los defensores rivales.
Habrá que ver cómo evoluciona Calebe; pero, de momento, está gustando a la afición albiazul. No solo levanta a los seguidores de sus asientos con sus regates, también esas acciones individuales están siendo muy útiles. Ahora bien, incluso completando una gran temporada, su continuidad en Vitoria-Gasteiz no estará asegurada. La opción de compra no es barata, el Fortaleza la estableció en cuatro millones al cederlo.
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