Alavés 0-0 Atlético: otro 'pasito' hacia el objetivo
Los babazorros vuelven a dejar su portería a cero en Mendizorroza y sacan un punto de la visita del conjunto colchonero
El Deportivo Alavés pudo ganar al Atlético de Madrid, pero también pudo perder. Al final, un punto que, pese a que no les permite dormir tranquilos, sí que acerca un poco más a los babazorros hacia su objetivo. 35 son ya los créditos que tienen los de Eduardo Coudeten su casillero a falta de cuatro jornadas para el final del campeonato. No queda otra que seguir luchando en busca de una salvación en la que, desde hace semanas, Mendizorroza sí confía.
El Deportivo Alavés da un paso al frente desde la defensa
Fiel a sus ideas, el Chacho prefirió no tocar lo que le había funcionado en las últimas jornadas y solo introdujo dos novedades, que no dos sorpresas, respecto al duelo ante la Real Sociedad: Ander Guevara fue titular en lugar de Joan Jordán, quien no llegó en óptimas condiciones a la cita, y Carles Aleñá recuperó su puesto en el once inicial en detrimento de Carlos Martín. El madrileño había sido de los más discretos en el derbi.
Los primeros compases fueron intensos, con ambos equipos presionando fuerte y, una vez recuperado el balón, buscando la portería rival en el menor número de toques posible. Ninguno de los dos, eso sí, fue capaz de golpear en el arranque. La mayoría de las acciones murieron al borde de las áreas y ni Antonio Sivera ni Jan Oblak tuvieron que intervenir. Hubo un susto con Nahuel Tenaglia tras un golpe, pero no fue a mayores.
El 1x1 del Alavés ante el Atlético: Sivera siempre aparece
Las ocasiones, en realidad, brillaron por su ausencia a lo largo de todo el primer tiempo. Ni el Alavés ni el Atlético quisieron arriesgar más de lo debido y eso, sumado al buen hacer de una y otra defensa, hizo que se llegara al descanso con el resultado gafas en el electrónico. Ni siquiera a balón parado fueron capaces los babazorros de poner en apuros al meta colchonero, y eso que dispusieron de alguna oportunidad para ello.
Se detiene el Alavés-Atlético por la indisposición de un espectador
La narrativa del duelo pudo haber cambiado sobremanera si, superado el minuto 40, Martínez Munuera hubiera expulsado a Julián Álvarez. Lo hizo en un principio, pero corrigió su decisión después de revisar la entrada sobre Facundo Garcés en el VAR. Esa fue la segunda vez que se tuvo que parar el partido. Poco antes lo hizo por una urgencia médica en las gradas de Mendizorroza, con un aficionado local retirado en camilla.
OCASIÓN DE KIKE
El inicio de la segunda parte tuvo algo más de ritmo en las áreas, al menos por parte del Alavés. Primero Kike García, muy forzado por Le Normand en un centro raso de Antonio Blanco, y luego Jon Guridi, por medio de un cabezazo que se marchó desviado, avisaron al Atlético de que no se conformarían con el empate. Algo que obligó al Cholo a reaccionar, dando entrada al gigante Sørloth -y también a Lino- antes de lo habitual.
Un grupo de ultras del Atlético provoca incidentes en Vitoria y es devuelto en autobús a Madrid
Los cambios mejoraron a los colchoneros. Y a eso también respondió el Chacho. Sobre el minuto 70, Joan Jordán y Carlos Protesoni saltaron al césped en lugar de Guevara y Guridi. Más tarde, tendría igualmente su oportunidad Tomás Conechny (Aleñá).
Justo después de que entraran los primeros revulsivos babazorros, Kike tuvo la mejor ocasión hasta ese momento. Le ganó la espalda a la zaga rojiblanca en una acción que no parecía llevar mucho peligro y, de repente, se plantó mano a mano con Oblak. Una pena que el meta esloveno acertara sus intenciones y evitase el 1-0. El Atlético respondió, pero ahí estuvo Sivera para mantener el empate y seguir confiando en la victoria.
Ya en la recta final, el Alavés no renunció al ataque, pero sí entendió que el punto no era malo para su objetivo, más con el transatlántico que tenía enfrente. Kike, en un intento demasiado escorado, tuvo la mejor para la escuadra local y los colchoneros, por su parte, merodearon mucho el área, aunque sin exigir a Sivera. Segundo encuentro consecutivo en el que los de Coudet dejan su portería a cero en el Paseo de Cervantes.