El Deportivo Alavés dio la cara en su encuentro con el Barcelona, pero su esfuerzo no fue suficiente para puntuar. Pese a que a los blaugranas les costó perforar la meta de Jesús Owono, hacerlo una única vez (Lewandowski) les fue suficiente para llevarse la victoria y recortar distancias en la lucha por LaLiga (1-0).
Los babazorros, mientras tanto, acabarán la jornada en descenso por primera vez desde su regreso a Primera División.
No hubo sorpresas en el once del Chacho Coudet para la visita al exigente bastión culé. Santi Mouriño cubrió la ausencia de Abdel Abqar en el centro de la retaguardia y el resto de titulares fueron los mismos que arrancaron días atrás contra el Celta.
Desde que llegó a Vitoria-Gasteiz, el argentino se ha mostrado como un entrenador con las ideas claras, dispuesto a dar continuidad a aquellos pupilos en los que deposita su confianza.
Los minutos iniciales fueron muy accidentados, con Gavi como protagonista en las dos acciones que detuvieron la contienda. Nahuel Tenaglia salió ileso de la primera, después de recibir una dura entrada al tobillo.
Y peor suerte corrió Tomás Conechny. Consecuencia de un choque cabeza con cabeza, el diez babazorro tuvo que retirarse en camilla para, inmediatamente, ser trasladado a un hospital de la localidad catalana.
Carlos Martín fue el elegido por el Chacho para ocupar el puesto de Conechny y la primera mitad transcurrió sin mayores sobresaltos. El Barça dominó la posesión en todo momento, pero sin el ritmo necesario para crear excesivo peligro.
El Alavés se mostró muy bien plantado desde el inicio y su presión constante impidió a los locales llegar con claridad a las inmediaciones de Jesús Owono. Las ocasiones brillaron por su ausencia.
Los gasteiztarras, además, no renunciaron a mirar a la portería de Szczesny, y eso fue fundamental. Si el equipo se hubiera quedado agazapado atrás, el gol blaugrana hubiera llegado tarde o temprano. El problema en las ofensivas visitantes fue el fuera de juego.
Los de Hansi Flick hicieron que los atacantes del Glorioso cayeran una y otra vez en offside -seis antes del descenso-, incapaces de poner a prueba al guardameta polaco.
La mejor y única oportunidad clara de la primera parte la tuvo Lewandowski: en una acción a balón parado, el delantero culé remató en el área pequeña, pero Mouriño apareció in extremis para desviar la pelota.
Su aportación en esa acción, eso sí, no fue lo único destacado. El uruguayo fue el líder de la retaguardia babazorra. Se le vio muy fuerte y atento de principio a fin, imposible de ser superado por el talento barcelonista.
EL BARÇA GOLPEA
Tras el paso por los vestuarios, el Barça metió una marcha más y el Alavés no supo responder. Aunque la defensa siguió siendo muy seria, los albiazules fueron metiéndose cada vez más atrás y acabó llegando el castigo.
Owono desvió un primer intento de Lamine Yamal desde la frontal y, ya en la segunda, nada pudo hacer el portero para evitar el gol de Lewandowski (1-0, min. 61). Hubo fortuna en el centro, que golpeó en Tenaglia.
Ya por detrás en el electrónico, el Glorioso intentó ir en busca del empate, pero le faltaron recursos en ataque. Sin velocidad arriba ni llegadas desde segunda línea, se antojaba casi imposible intimidar a Szczesny. Para intentar dar un plus a su equipo, el Chacho dio entrada a Hugo Novoa (Carlos Vicente) y Toni Martínez (Jon Guridi), inicialmente, y a Asier Villalibre (Ander Guevara). Con tres puntas acabó el argentino.
El balón continuó en poder del Barça en la recta final del encuentro. Y el Alavés siguió esperando su momento. Este, sin embargo, no llegó. Las arrancadas por banda de los babazorros murieron sin encontrar rematador y, pese a lo ajustado del marcador, los locales no temieron demasiado perder su ventaja. Así, con el 1-0, Munuera Montero señaló el final, confirmando la caída del equipo albiazul a los puestos de descenso.