Nuevo varapalo lejos de Mendizorroza, el segundo consecutivo en suelo madrileño. El Deportivo Alavés se vio las caras este sábado con el Getafe, uno de sus rivales directos por la permanencia, y acabó cayendo por 2-0 después un partido en el que trató, sin éxito, de competir a los azulones con su mismo juego. Arambarri y Uche fueron los goleadores de la tarde, en la que el daño no fue mayor gracias a las grandes intervenciones de Sivera

Luis García Plaza, como se esperaba, rotó para el cara a cara con los getafenses gran parte del once que había arrancado días atrás frente al Real Madrid, aunque con alguna que otra sorpresa reseñable. Diarra y Protesoni, que apuntaban a volver al banquillo, mantuvieron su sitio en el mismo, al igual que Sivera y Abqar, y las novedades fueron Tenaglia, Sedlar, Joan Jordán, Carlos Vicente, Stoichkov, Carlos Martín y Toni Martínez.

Con un planteamiento más físico de lo habitual, el Alavés trató desde el comienzo de competir la intensidad del Getafe. Algo que consiguió, y que derivó en una batalla muy igualada sobre el césped del Coliseum, pero también poco atractiva. La mayoría del juego se desarrolló en la medular, epicentro de las disputas, y las ocasiones brillaron por su escasez. Además, las interrupciones fueron constantes, tanto por un lado como por el otro.

El paso de los minutos, sin embargo, benefició claramente a la escuadra azulona. Más acostumbrados a este tipo de escenarios, los de Bordalás fueron imponiéndose cada vez más en las segundas jugadas, obligando a los gasteiztarras a replegarse, y el primer aviso lo dio Uche. Por medio de una veloz combinación, el nigeriano se plantó mano a mano con Sivera y fue la pierna de este último, inconmensurable como siempre, la que mantuvo el empate.

Nada pudo hacer el de Jávea, en cambio, a escasos minutos del descanso, cuando Arambarri, de falta directa, adelantó al Getafe (1-0). Aunque su lanzamiento tuvo mucha fortuna, ya que tocó en Protesoni, colocado en la barrera, para acabar en el fondo de la red, lo cierto es que los locales se estaban mereciendo marcharse a los vestuarios por delante. Ahora bien, estuvieron muy cerca de no hacerlo, pues la reacción de los babazorros fue notable.

Durante el añadido, el Alavés dio un paso al frente y Joan Jordán, con un potente remate desde la frontal, exigió una buena estirada a Soria -solo Carlos Vicente había generado algo de peligro visitante hasta ese momento-. En esa misma jugada, además, el colegiado señaló en primera instancia un penalti de Uche por mano, el cual acabó anulado por el VAR al considerarlo involuntario. Arreón no solo insuficiente, sino también tardío.

POBRE SEGUNDA MITAD

Para intentar darle la vuelta al encuentro, Luis García miró a su banquillo e introdujo, nada más comenzar la segunda mitad, a Kike García en lugar de Carlos Martín, dibujando un 4-4-2. Poco después, también saltaron al césped Mouriño (Sedlar), Manu Sánchez (Abqar) y Blanco (Protesoni), seguramente para evitar posibles expulsiones, dado que tanto el central marroquí como el centrocampista uruguayo habían visto ya la cartulina amarilla

El problema fue que, sin tiempo para meterse en el partidos, los recién incorporados vieron cómo el Alavés encajaba su segundo gol de la tarde. Este fue obra Luis Milla, quien no desperdició una pena máxima señalada por Díaz de Mera tras ser llamado por el VAR (2-0). Esta vez, al contrario que en la acción de Uche del primer tiempo, el colegiado manchego sí consideró suficiente el gesto con el brazo de Toni Martínez para señalar los once metros.

En la media hora restante, ya con el encuentro demasiado cuesta arriba, la realidad es que los gasteiztarras no estuvieron nada bien. En ningún momento pusieron en apuros a la retaguardia local, aun con Villalibre (Toni) también en juego; y solo Sivera evitó un resultado más abultado. El alicantino evitó, en concreto, tres goles muy claros, uno de Rico, quien lo intentó con un latigazo desde la frontal, y otros dos de Mayoral y Álvaro Rodríguez, con todo a favor en el área.