Certificar la ansiada continuidad en la élite durante las próximas semanas no es el único aliciente para el Deportivo Alavés. Además de en el verde, también hay otros aspectos en juego como el monetario para las altas esferas del club de Mendizorroza.

Tan solo quedan nueve jornadas para dar por cerrada la temporada del regreso del Glorioso a la máxima categoría y, salvo sorpresa o catástrofe en los últimos envites, el equipo dirigido por Luis García, con diez puntos de margen respecto al Cádiz, ya acaricia la consecución del gran objetivo. La salvación aún no es matemática pero sí virtual.

Aunque haya equipos que no se jueguen nada en cuanto a objetivos concretos (título, Champions, Europa o descenso), casi todos disponen de la opción de quedar un puesto más arriba o un puesto más abajo.

Reparto televisivo del pasado ejercicio LaLiga

Un hecho que repercute en dinero para las arcas de los clubes, según el reparto por los derechos televisivos recogido en el Real Decreto-ley 5/2015, aprobado en su día por unanimidad en el Congreso. Cada puesto final en LaLiga, en definitiva, cuenta a nivel de ingresos.

La ley establece que la mitad del reparto se haga a partes iguales entre los 20 clubes que componen el torneo. La otra mitad se divide en otras dos partes: una de ellas en base a lo que se denomina implantación social de cada club, es decir, la recaudación en abonos y taquilla media de las últimas cinco temporadas y la participación de cada equipo en la generación. 

Es decir, el ingreso económico por derechos televisivos no es el mismo del 17º al 10º clasificado, que es la horquilla en la que se sitúa el Alavés en estos últimos kilómetros de su maratón. LaLiga premia a los equipos en función de sus méritos deportivos, aunque el criterio es individual y no se pueden igualar las cantidades de un año a otro.

En el caso del Alavés, si bien queda claro que existe una ambición máxima entre el cuerpo técnico y los jugadores por quedar lo más arriba posible los ingresos económicos que se pueden derivar de ello serán bastante exiguos para lo que se mueve dentro del mundo del fútbol. En parte, por los réditos negativos que tuvo a todos los niveles el descenso vivido en el ejercicio 2021-22.

Para ser exactos, algo más de un millón de euros recibirían sus arcas si el equipo mantiene su posición actual, una cantidad que eso sí se iría reduciendo si los albiazules pierden alguna posición.

Si bien a corto plazo el beneficio no será muy alto y apenas superará la citada cantidad, acabar este curso en una buena posición sí podría permitirle sacar más tajada en el porcentaje de los derechos de televisión correspondientes a la próxima temporada.

Se trata de una evaluación al acabar cada campaña por parte de LaLiga, quien premia la regularidad de los equipos teniendo en cuenta para ello la clasificación de los últimos cinco años.

Según establece el Real Decreto sobre la venta centralizada de los derechos audiovisuales, una parte del dinero que ingrese LaLiga lo tendrá que repartir en función del puesto final de cada uno de ellos. 

La referencia es la partida total del pasado curso (1.523M€), cuya mitad se divide a partes iguales. Por ello, todos los clubes tienen garantizados unos 38 millones de base. A partir de ahí entran en juego los méritos deportivos. En función de la posición en la tabla se puede ingresar desde un 0,25% extra en el caso del colista hasta un 17% el líder de la competición.

Las aspiraciones clasificatorias del Alavés pueden ir desde la décima hasta la 17ª posición en la tabla. La distancia respecto al Getafe, que ocupa el décimo lugar, es de seis puntos. Un crédito más del colchón que atesora el Glorioso respecto al Celta, el último equipo en vida antes del descenso y un rival directo que todavía tiene que visitar Mendizorroza en la segunda vuelta. 

Mantener la ambición

Por ello, resultará trascendental rubricar la permanencia cuanto antes y, después, no desengancharse de la lucha por ocupar la mejor posición posible. 

Ahí entrará en escena la ambición de los pupilos de Luis García, un técnico que por otro lado también está pendiente de resolver su futuro y con el que el Alavés no se ha sentado a negociar su continuidad de cara a la temporada 2024-25.

Normalmente, los equipos que han logrado la permanencia de manera holgada acostumbran a brindar oportunidades a los menos habituales en las jornadas sin exigencias clasificatorias. En el caso del Alavés, está por ver si eso sucederá con el entrenador madrileño teniendo en cuenta que su espina dorsal está muy definida y el papel de muchos suplentes es casi testimonial. 

También no es menos cierto que la tensión competitiva acostumbra a bajar muchos enteros al haber rubricado el objetivo de la salvación y en estos casos suele ponerse en peligro la posibilidad de obtener un buen pellizco económico. 

Eso sí, si las diferencias en el límite salarial ya resultan de por sí insalvables entre los transatlánticos de la competición y los equipos más humildes, el reparto por méritos deportivos incrementa todavía más la desigualdad en la competición doméstica.