No lo está teniendo fácil Asier Villalibre para hacerse con un hueco en los esquemas de Ernesto Valverde. El ariete de Gernika, quien forma parte de la historia del Deportivo Alavés con letras mayúsculas al ser el autor del gol del ascenso en Orriols, apenas está sumando minutos en un Athletic que tiene muy definida su columna vertebral. 

El delantero vizcaíno tan solo ha gozado de 329 minutos en liga, un pobre bagaje para alguien que esperaba mucho más tras erigirse en una pieza clave durante la segunda mitad del pasado ejercicio en Mendizorroza. En el campeonato doméstico, además, ha sido titular en dos ocasiones. 

Dura competencia

La irrupción de Gorka Guruzeta, uno de los nombres propios del notable curso protagonizado por el Athletic, ha relegado al exalbiazul a un segundo plano en las alineaciones de Valverde. 

Villalibre tuvo muy claro su objetivo personal tras finalizar su exitosa cesión en Mendizorroza. Quería demostrar su valía para el Athletic y consolidarse en los planes del conjunto rojiblanco. Sin embargo, se está chocando contra la cruda realidad de ser un secundario a las órdenes del Txingurri, quien le ha alineado con cuentagotas desde la pretemporada.

Después de que el Glorioso emergiera como un destino propicio para recuperar el protagonismo, el deseo de Villalibre por consolidarse en el Athletic ha coincidido con la reivindicación de Gorka Guruzeta. 

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En imágenes: Explosión de alegría entre los jugadores del Alavés y la afición albiazul José Miguel Fernández | ÁREA 11

El delantero guipuzcoano, después de curtirse en el Amorebieta hace dos campañas, se ha adueñado definitivamente de su vacante en el conjunto de Ibaigane. Con 2.000 minutos disputados entre Liga y Copa se confirma su indiscutibilidad en la punta de ataque.

Además, las 13 dianas, 11 de ellas en el campeonato doméstico, han convertido a Guruzeta en un fijo para Ernesto Valverde. Más allá de sus notables números goleadores, la apuesta por el donostiarra permite al Athletic desplegar por los carriles la artillería de los hermanos Williams, quienes constituyen una seria amenaza para el Deportivo Alavés.

Villalibre celebra el gol del ascenso ante el Levante Área 11

En consecuencia, las oportunidades para Villalibre en el campeonato doméstico están llegando de forma esporádica. Y en las escasas situaciones en las que le llega la ocasión de aportar oxígeno como un recambio de refresco, lo cierto es que tampoco está teniendo fortuna de cara al arco. 

En concreto, El Búfalo de Gernika acumula un gol y una asistencia en liga y se ha quedado atornillado al banquillo, es decir sin hacer acto de presencia en los partidos, un total de 15 jornadas.

Decisivo en Copa

Al contrario del pobre balance en el torneo liguero, Villalibre sí que ha sabido aprovechar sus actuaciones en la Copa. Él es precisamente el máximo goleador del torneo del KO con seis dianas en seis partidos. La misma cifra que Abdón Prats, del Mallorca; y Douvikas, del Celta. Dos de ellas fueron, de hecho, en el derbi ante el Alavés de octavos, donde vizcaíno fue imparable para una zaga excesivamente blanda en aquel encuentro.

Villalibre, cola de león en el Athletic, es uno de los hombres más admirados por la parroquia albiazul. Las muestras de afecto entre el club vitoriano y la afición hacia el futbolista vizcaíno son frecuentes siempre que se cruzan en los terrenos de juego. 

Cabe recordar que el delantero se llevó los halagos de Luis García tras la eliminación del Alavés en Copa y, meses antes, durante el mercado estival, Sergio Fernández reconoció que la entidad vitoriana “dependía del Athletic para el regreso de Villalibre”. 

“Le tenemos muchísimo cariño, es una alegría verle. El delantero que juega muy poco con ellos, nosotros lo queríamos”, recordó el técnico madrileño, quien hizo alusión al frustrado regreso de Villalibre a Mendizorroza de cara a la temporada 2023-24.