Sergio Herrera fue el mejor de Osasuna hasta el descanso. Al final sería proclamado MVP del partido. El guardameta rojillo fue clave para que el conjunto navarro no recibiera ningún gol en la primera mitad. Sus actuaciones de gran mérito acabaron por desbaratar las claras ocasiones del Deportivo Alavés. Más llegadas albiazules, más peligrosas, pero... sin gol. Faltó definición.
Y ya se sabe, el que perdona lo paga. Así fue. La ley del fútbol se cumplió una vez más, para desgracia del cuadro babazorro en esta ocasión.
La falta de acierto le condenó y encima vio cómo su rival se marchaba a los vestuarios al descanso con una ligera ventaja en el marcador tras un golazo de Arnaiz desde la frontal en el minuto 36. Una verdadera pena. Increíble que un Alavés dominador y superior a Osasuna fuese por detrás en el marcador.
Hagi tuvo el 1-0 en sus botas
La clave residió en la efectividad de unos y otros. Y es que mientras los albiazules no supieron aprovechar sus ocasiones, algunas de ellas claras, los rojillos acertaron de pleno en la única clara que dispusieron en la primera mitad.
Y es que antes del gol del delantero de Talavera, los hombres de Luis García gozaron de varias ocasiones, algunas de ellas muy claras como un disparo cruzado de Hagi al cuarto de hora que salió lamiendo la base del poste. No acertó el mediapunta rumano, quien ya había obligado minutos antes a despejar con apuros un saque de falta desde la frontal. Cerca, pero insuficiente.
Tampoco consiguió perforar la meta de Osasuna Luis Rioja con un perfecto cabezazo salvado en la misma línea de gol tras una gran intervención por Sergio Herrera justo en la siguiente jugada al tanto de Arnaiz. Faltó pegada de nuevo.
El sino del Deportivo Alavés en el derbi ante el conjunto rojillo. Una historia que volvería a repetirse justo en el arranque de la segunda mitad. Gran internada por la banda de Kike García, quien sirve un perfecto balón al área y Hagi no acertó a enviar al fondo de la red un gol cantado.
Otro paradón de Herrera impidió el tanto albiazul. Actuación de mérito del exguardameta albiazul, pero también es cierto que dio la sensación que el centrocampista albiazul pudo hacer más, ya que disparó al bulto con toda la portería para él.
Las dos caras de Hagi
Otra gran ocasión que se marchaba al limbo. Hagi estuvo correcto en la zona de tres cuartos en la zona de creación. El vástago del mítico Gica Hagi dio muestra de su calidad aguantando el balón, atrayendo rivales y dando certeros pases entre líneas. Muy sólido en labores de media punta y con carácter para aguantar las embestidas de los contrarios. No se arrugó, aunque le faltó estar más certero en el área para marcar.
Del 1-1 que no fue a quedarse con 10
No tuvo suerte. Tampoco el Alavés, que tras ver cómo el rumano marraba su ocasión se encontraba con uno menos tras la expulsión de Blanco. Tocaba remar aún más. Pues bien, el Alavés, incluso con uno menos, disfrutó de más ocasiones en los siguientes minutos ante un Osasuna que se limitó a contemporizar.
Duarte tuvo la suya tras un buen pase desde la frontal del área pequeña de Omorodion que salió rozando la escuadra. Otro tiro al aire. Uno más. Con el punto de mira desviado. El pim, pam, pum albiazul no hacía daño. El de Osasuna, sí.
Las estadísticas así lo confirman. Y es que con 17 disparos el cuadro babazorro se quedó a cero en su casillero, mientras que el conjunto navarro consiguió marcar dos con diez. En la recta final, con un Alavés volcado en busca del empate, Budimir puso la puntilla. Efectividad. La que no tuvo el Alavés, al que la moneda en las áreas le cayó cruz.