Tras superar el primer parón de selecciones de la temporada, el Deportivo Alavés afronta este viernes en Vallecas un exigente duelo para calibrar su madurez fuera de Mendizorroza. El conjunto dirigido por Luis García asume su tarea de trasladar las buenas sensaciones lejos del Paseo de Cervantes, donde se topará, en esta ocasión, con un equipo que dispone de dos futbolistas con pasado albiazul.

Florian Lejeune y Aridane Hernández, la nueva pareja de centrales del Rayo Vallecano, defendieron en su día la elástica albiazul aunque, eso sí, sin llegar a dejar un gran legado. El primero de ellos lo hizo durante 67 ocasiones, todas ellas cuando el Glorioso militó en la máxima categoría, y el segundo, por su parte, disputó 15 partidos como albiazul cuando el cuadro vitoriano trataba de salir de 2ªB en la temporada 2011-12.

Aridane, asentado en Primera División a sus 34 años, no lo tuvo especialmente fácil para hacerse con un hueco en la máxima categoría. Comenzó su andadura en el fútbol base del Valladolid, de donde salió hacia la cantera del Real Madrid y, posteriormente a la del Liverpool. Su movimiento hacia las islas británicas correspondió a una petición expresa de Rafa Benítez, que en aquel momento, en el 2007, era el técnico de los Reds.

Tras quemar su etapa en el fútbol base, llegó el primer contrato como profesional para Aridane. Consistió en un acuerdo de dos temporadas en el Ceuta, aunque la entidad ceutí rescindió su último año de contrato. Ese revés fue lo que acabó propiciando su llegada a Vitoria. No obstante, en Mendizorroza se mostró como un defensa bastante endeble y que aún estaba por pulir. Una inequívoca señal de su falta de solvencia fue que apenas disputó 15 partidos en el Alavés.

Forjado en el fútbol modesto

Después de su fugaz etapa en el Paseo de Cervantes, Aridane recaló en el Eldense y después lo hizo en el Granada, club que le envió cedido hacia Cádiz. Allí, en la escuadra amarilla, el central canario alcanzó su madurez y su proyección suscitó el interés de Osasuna, que desembolsó cerca de 2 millones de euros por hacerse con sus servicios. Su estancia en territorio navarro fue brillante, pues disputó 152 partidos con los rojillos y sumó un ascenso a Primera y una clasificación hacia la fase previa de la Conference League.

Tras convertirse en un jugador centenario en Osasuna, Aridane sintió que era el momento de dar un cambio de aires. El de Tuineje se convirtió, durante el pasado mercado estival, en el reemplazo de Catena en el Rayo Vallecano, quien ocupó, precisamente, la vacante del canario en la zaga de Jagoba Arrasate. Desde su desembarco en Vallecas, el exjugador albiazul ha formado pareja con Lejeune en el centro de la retaguardia y es un futbolista indiscutible para Francisco.

Florian Lejeune, sin llegar a brillar en el Alavés tanto como lo consiguió Aridane en Osasuna, también apostó por el Rayo Vallecano como un lugar para poder reivindicarse. Además, en la temporada 2022-23 estuvo cedido en Vallecas y formó un buen tándem junto a Catena. Eso sí, la marcha del central galo dejó cerca de 2,5 millones de euros en las arcas de la entidad del Paseo de Cervantes. Un montante económico que ayudó a acometer varias operaciones en el mercado estival.

En lo que al juego se refiere, la realidad es que la delantera albiazul tiene por delante un desafío exigente para poder confirmar su buen estado de forma. Aridane y Lejeune, pese a verse señalados tras la contundente derrota sufrida ante el Atlético de Madrid por 0-7, son dos jugadores veteranos y experimentados en la máxima categoría. 

El Rayo Vallecano, que comenzó el curso con dos victorias con porterías a cero, dio un paso hacia atrás en sus duelos ante el Atlético de Madrid y Betis, por lo que el próximo enfrentamiento ante el Glorioso es el escenario marcado para tratar de recuperar la fiabilidad mostrada en el inicio del curso.