Un estadio de Mendizorroza en miniatura, la bufanda de la histórica final de UEFA entre el Liverpool y el Deportivo Alavés, un peluche de la mascota del zorro babazorro, botellas de vino con el escudo albiazul y la baraja del centenario del club son algunos de los recuerdos que guarda con mucho cariño Montxo Azkarate en su pequeño santuario situado en una pequeña lonja en la calle Badaia.
A todo ello hay que añadir una extensa colección de camisetas del conjunto albiazul. Tantas que casi ni recuerda las que tiene. “Serán más de 40. Desde hace seis años compró las tres equipaciones que saca el club y en temporadas anteriores siempre tenía al menos una”, asegura orgulloso este apasionado del Deportivo Alavés.
Muy apasionado. Muchísimo, hasta el punto de que hay ocasiones en las que sufre tanto en el campo que ni siquiera es capaz de aguantar los últimos minutos en su asiento y se tiene que ir a realizar unas oraciones a San Prudencio, como le recuerda Julián Lana. “Sí, sí. Más de una vez he salido antes de Mendizorroza para ir a rezar al santo”.
Este jueves tiene claro que si el Alavés va ganando y pasa muchos nervios en los últimos minutos, volverá a salirse del estadio. “Si está perdiendo y necesita marcar me quedo, pero como tenga que aguantar el marcador me salgo. No iría tan lejos a rezar, pero hasta el Prado sí que me voy”, confirma este sufridor fiel albiazul.
De hecho, lo pasa mal. “Mucho”, confirma Azkarate. Es que el Alavés lo es todo para él y por eso en más de una ocasión ha derramado alguna que otra lágrima por su equipo. “Sí que he llorado sí”, reconoce. Es lo que tiene sentir los colores como precisa Lana. “El Alavés es un sentimiento y si lo vives así es normal que te afecte”, explica este miembro de Accionistas Albiazules.
"No se ha perdido la ilusión por no subir a la Primera y ni se perderá si no acaba subiendo. Hay que saber lo que somos. Somos el Alavés y no siempre se puede estar en Primera"
Un sentimiento que ven con orgullo cómo cada año va a más en Vitoria. “La ciudad está muy enganchada con el equipo. No se ha perdido la ilusión por no subir a la Primera y ni se perderá si no acaba subiendo. Hay que saber lo que somos. Somos el Alavés y no siempre se puede estar en Primera. Lo que hay que hacer es aprovechar las ocasiones en las que sí se está, disfrutar de ese momento y tratar de mantenerse”, indica Lana, quien considera que todos estos años en la Liga de las Estrellas han servido para sembrar la semilla albiazul entre los más pequeños. “Cada vez se ven más niños con la camiseta del Alavés. Antes era raro. Habría uno de cada 100, mientras que ahora es lo habitual”, se felicita.
Lana quiere destacar “la buena labor” realizada por Luis García Plaza. “Con lo que tiene ha llegado más lejos de lo que esperaba. Al equipo sí que le veía en el play off, pero no daba un duro por que acabase cuarto con esta plantilla. Creo que ha acabado por encima de sus posibilidades”, concluye.
Más exigente se muestra Azkarate. En su opinión, “en la segunda vuelta había equipo para haber hecho algo más”, zanja. Al menos, aún queda tiempo para que cumpla las expectativas de este veterano y sufridor aficionado y el Alavés pueda hacer realidad ese ansiado ascenso. Esperanza hay. “La ilusión nunca se pierde”, zanjan al unísono.