La amarga decepción vivida una semana atrás en el Estadio Gran Canaria no fue óbice para que el alavesismo se volcara este sábado en apoyo al Glorioso.
El hecho de que alrededor de 2.000 aficionados se quedaran sin entrada tras inscribirse al sorteo realizado por el club el martes para repartir las 306 localidades enviadas por el Eibar no desanimó lo más mínimo a muchos seguidores babazorros, que desde el mediodía dieron colorido a las céntricas calles de la localidad guipuzcoana con independencia de que no dispusieran del preciado tesoro para presenciar el partido.
Al final y al cabo, se trataba de que el Alavés no se sintiera solo en la ida de la primera eliminatoria del 'play off' de ascenso a Primera División.
Se pensaba que el grueso de la parroquia alavesista no llegaría a Eibar hasta después de la sobremesa –de hecho, los autobuses que transportaban a los aficionados partieron de Mendizorroza pasadas las 15.00 horas–, pero mucho antes de ello la afición del Glorioso ya se dejó sentir por las calles de Eibar.
Además, el hermanamiento con la hinchada del conjunto armero fue una vez más elogiable desde cualquier punto de vista. Seguidores de unos y otros compartieron las horas previas al duelo en medio de un clima de lo más distendido.
La quedada en la zona de bares del centro resultó un éxito. Camisetas, bufandas y pancartas del Glorioso llenaron de color los distintos rincones de Eibar, una coqueta localidad a 56 kilómetros de Vitoria donde, si ya se respira fútbol por los cuatro costados en condiciones normales, este sábado se vivió una fiesta total.
Cabe recordar que el Eibar tiene una peña formada por decenas de seguidores vitorianos que llegaron a Gasteiz procedentes de la capital armera a finales de los años 60, de ahí que el Alavés sea un equipo bien considerado y apreciado. De lo que no hay duda es que el derrotado de esta eliminatoria tiene muy claro con quién irá en el siguiente cruce contra el ganador del Albacete-Levante.