El Deportivo Alavés tiene señalada su visita al Toralín como una final anticipada en su particular lucha por alcanzar los primeros dos puestos clasificatorios. Tras unas últimas semanas en las que el conjunto babaz1orro ha sido incapaz de ver portería, los de Luis García pondrán a prueba su entereza ante un rival necesitado de puntos. 

La Ponferradina, que estuvo cerca de batir al Granada durante la pasada jornada, reúne en sus filas a jugadores de nivel para la categoría de plata como Yuri y Espiau, y cuenta, además, con un exalbiazul como Adrián Diéguez para subsanar las tareas defensivas.

El central madrileño, que pese a estar en Vitoria durante tres temporadas apenas disputó 13 encuentros con la zamarra albiazul, se ha afianzado en la categoría de plata durante los últimos ejercicios. De hecho, el exalbiazul es un futbolista centenario y con recorrido en Segunda, ya que 130 encuentros le avalan en esta categoría. Con varias temporadas en equipos del territorio madrileño como el Fuenlabrada y el Alcorcón, Diéguez recaló en las filas del conjunto berciano en el pasado mercado estival.

Su irrupción en la Ponferradina fue la deseada. Diéguez comenzó como una pieza indiscutible en el once y, pese a los cambios de entrenador, se ha mantenido a un nivel constante en el eje de la zaga. 

Tras la llegada de David Gallego al banquillo berciano, el central ha mostrado su polivalencia incluso en el pivote. Además, las escasas ocasiones en las que ha presenciado la actuación de sus compañeros desde la distancia ha sido por la acumulación de tarjetas o por ser expulsado. En este sentido, cuando la Ponferradina sitúa a Amo y Pascanu en la retaguardia, Diéguez ha ocupado el puesto del pivote para reforzar dicho puesto en el plano físico.

Diéguez, que apenas disputó los dos últimos minutos de la velada ante el Granada, aguarda ahora con paciencia la oportunidad para ser de la partida en la visita del Glorioso a su territorio.