Una de las mayores virtudes del Deportivo Alavés esta temporada había sido saber adaptarse a los diferentes escenarios y nunca dejarse llevar por el caos que reina en la categoría de plata. Algo que le había dado excelentes resultados hasta ahora, pero que no pudo llevar a cabo este viernes en Los Cármenes, donde perdió completamente su característica cordura y se dejó llevar frente a un Granada que, pese al gol inicial de Xeber Alkain –expulsado poco después–, impuso sin paliativos su espectacular pegada (3-1). 

Para la contienda en el feudo nazarí, donde se presuponía uno de los encuentros más exigentes de la temporada, el técnico madrileño volvió a dar continuidad a su dibujo habitual y, además, alineó a su once de gala. Repitieron diez de los once futbolistas que vencieron al filial del Villarreal la semana pasada en Mendizorroza y a ellos se unió, en lugar de Aleksandar Sedlar, Carlos Benavídez, de nuevo titular tras dos jornadas, la primera de ellas por sanción, en un segundo plano. 

Ahora bien, el plan pudo venirse abajo antes de lo que lo hizo, cuando, a los tres minutos de choque, el pichichi de la categoría, Myrto Uzuni, batió sin miramientos a Sivera. Afortunadamente, el gol fue anulado por fuera de juego –gracias a un paso al frente de Abqar– y el Alavés, lejos de venirse abajo, no desaprovechó la primera ocasión que tuvo. Fue Alkain, asistido a la perfección por un pase interior de Miguel, quien adelantó al conjunto babazorro con un bonito remate con el exterior al que nada pudo hacer Adri López. 

El Glorioso, sin embargo, no consiguió controlar el duelo pese a ir por delante en el electrónico, al contrario de lo que había hecho en anteriores partidos, y este se le fue de las manos. Los granadinos impusieron su juego frenético y agresivo y, en ese escenario descontrolado sobre el césped –y también hostil en las gradas–, los albiazules fueron muy inferiores; tanto que, en apenas un cuarto de hora, los locales dieron la vuelta al marcador sin demasiada oposición, y con Luis García ojiplático en el área técnica.

Ambos goles, además, los marcó el ya mencionado Uzuni, que acumulaba siete jornadas sin ver portería. El primero, en concreto, llegó como consecuencia de una mala salida de balón de Maras que aprovechó el atacante albanés para plantarse solo ante Sivera y batirle con un remate raso; y el segundo fue en el rechace de un penalti, señalado por una mano de Guridi bastante rigurosa. El alicantino detuvo el lanzamiento inicialmente, pero la pelota cayó en las botas del propio goleador nazarí para anotar de forma plácida. 

Lo peor de la primera mitad, eso sí, no fue la remontada del Granada. Por si el encuentro no estaba siendo lo suficientemente loco y negativo, el colegiado quiso dejar huella y, en una acción que pudo haber castigado con tarjeta amarilla, interpretó agresión de Alkain a Callejón y le expulsó, lo que dejó al Alavés en inferioridad numérica desde el minuto 33. Algo que, cabe recordar, ya había ocurrido hace no mucho frente al Real Zaragoza –y también antes con el Lugo y el Racing–.

Ante esta situación, y aunque Luis García trató de dar un vuelco al encuentro con diferentes cambios tras el descanso, la segunda mitad transcurrió como cualquiera hubiera esperado. Los nazaríes se sintieron muy seguros en todo momento, dominaron mayormente la posesión y, cuando el conjunto gasteiztarra intentó acercarse a su portería, castigaron al contraataque. Así, sin ir más lejos, llegó el 3-1, con una carrera de Uzuni que finalizó a la perfección el veterano Jorge Molina, verdugo albiazul en anteriores ocasiones.

Y poco más, en realidad, ocurrió en el duelo directo entre el Granada y el Alavés en Los Cármenes. Mientras los rojiblancos recuperaron sensaciones y se reengancharon a la lucha por el ascenso directo, la escuadra babazorra dejó pasar su mejor oportunidad para alejar a un rival directo; además, lo hizo con sensaciones bastante negativas, lo cual podrá remediar el próximo miércoles, a las 21.00 horas, en el Heliodoro contra el Tenerife.