La sensacional racha del Deportivo Alavés se mantiene intacta. Gracias al empate (1-1) conseguido este lunes frente al Cartagena, la escuadra vitoriana, con Miguel como goleador de la noche, suma ya siete jornadas sin conocer la derrota y, además, regresa a tierras babazorras con la satisfacción de haber plantado cara en un escenario muy complicado, donde los locales, muy motivados por sus últimos resultados –y seguros de su intenso planteamiento– han puesto a prueba su resistencia tanto mental como física.

Fiel a sus ideas, el técnico madrileño mantuvo el 4-2-3-1 en su visita al Cartagonova, pero, tal y como avisó días atrás, se vio obligado a realizar una variación en el once. En lugar del magullado Abdel Abqar, quien, en sus anteriores actuaciones, había ofrecido un gran rendimiento como titular, Nikola Maras fue el elegido para acompañar a Aleksandar Sedlar en el núcleo de la zaga, formando así la vigorosa dupla serbia que, en un principio, estaba llamada a ser indiscutible esta temporada.

Si esto último terminará ocurriendo o no con el paso de las jornadas es aún una incógnita, sobre todo si el zaguero marroquí continúa al mismo nivel; no obstante, la decisión, actualmente, no parece demasiado complicada, pues, al igual que en Ibiza, el Alavés se mostró más inseguro de lo habitual con la entrada del central propiedad del Almería. Además, Maras fue protagonista en la recta final de la primera mitad, cuando en un acción sin mucho peligro, cometió el penalti que le sirvió a los locales para tomar ventaja.

Un 1-0 que marcó Sadiku, con el que ambas escuadras tomaron rumbo a los vestuarios, y que fue precedido por una mejor imagen de los locales. Consciente de sus fortalezas y también debilidades, el Cartagena planteó un partido muy duro, plagado de disputas por cada balón, que obligó a los jugadores babazorros a realizar el ejercicio de resistencia física y mental más exigente hasta ahora. Algo, bien conocido como el “otro fútbol”, que los albiazules no supieron cómo parar en la primera mitad. 

Es por ello que las ocasiones más claras fueron de los albinegros. Primero a través de Jairo –desde el vértice del área– y Pedro Alcalá, quien, si no lo hubiese evitado Sedlar con la cabeza, habría marcado con la espuela en una acción de estrategia; y después en una doble oportunidad que terminaron salvando tanto la zaga gasteiztarra como Sivera, de nuevo decisivo entre los tres palos. Ahora bien, lo más negativo no fue la superioridad cartagenera, sino la lesión del mencionado Sedlar, sustituido por Abqar.

Para tratar de darle la vuelta a esta desfavorable narrativa en la segunda parte, Luis García optó por dar entrada a Rober González en lugar del canterano Abde Rebbach, más desaparecido que en sus anteriores actuaciones. Y, para fortuna del Glorioso, el cambio surtió efecto muy pronto. En el minuto 47, el extremeño aprovechó un error de la retaguardia local para asistir en profundidad a Miguel y este, en su versión más eficaz, cruzó perfectamente el balón colocando así el empate en el electrónico.

A partir de ese momento, el Alavés se mostró mucho más cómodo sobre el césped del Cartagonova y los hombres de Luis Carrión, por su parte, comenzaron a notar el cansancio en sus piernas, lo que redujo la intensidad en las disputas. Pese a ello, el encuentro permaneció relativamente igualado y las ocasiones claras, aunque hubo varios minutos de ida y vuelta, brillaron por su ausencia. Un final que tampoco evitaron Toni Moya, Taichi Hara y Javi López, los otros tres revulsivos que pudieron participar en el encuentro.