El Deportivo Alavés y el Athletic se vieron las caras ayer en Mendizorroza y, pese a la necesidad de uno y otro de lograr los tres puntos, ambos acabaron firmando las tablas (0-0) en un derbi en el que ninguno de los dos supo cómo romper el muro del rival. De esta manera, el conjunto babazorro amplió a ocho jornadas su racha sin conocer la victoria, pero, al mismo tiempo, sumó un punto muy positivo teniendo en cuenta el buen estado de forma en el que llegaron los rojiblancos a tierras vitorianas.

Con la idea de dificultar el juego de los bilbaínos, José Luis Mendilibar optó de nuevo por el 4-4-2 que le permitió estrenarse con buen pie contra la Real Sociedad, pero, eso sí, con cuatro novedades entre los once elegidos para completar la formación. La primera -y más esperada- fue la de Pacheco, quien, tras superar el covid-19, volvió a ponerse bajo los tres palos; en la defensa, Miazga ocupó el puesto de Laguardia, que fue descartado a última hora; más adelante, Manu García acompañó a Toni Moya en el doble pivote; y Jason, pocos días después de su llegada, tuvo la oportunidad de salir de inicio y debutar con la camiseta del Glorioso.

El encuentro comenzó con el Alavés tratando de imponer la tan característica presión alta del técnico de Zaldibar y, gracias a ella, pudo robar varios balones interesantes en el campo rival. Sin embargo, ante sí se encontró a un Athletic muy robusto que, además de no dejar espacios a los babazorros, intentó aprovechar la velocidad de sus hombres de ataque para crear peligro. Ahora bien, pese al ímpetu de ambos equipos en adelantarse en el marcador, las ocasiones brillaron por su ausencia y, salvo en un córner mal defendido por los locales y un cabezazo endeble de De la Fuente, el protagonismo en la primera mitad fue para los cambios.

En este sentido, tanto gasteiztarras como bilbaínos movieron sus respectivos banquillos y el primero en hacerlo fue Marcelino, que se vio obligado a retirar a Unai Vencedor por problemas musculares nada más comenzar el choque. Luego, en el minuto 40, fue Mendilibar quien utilizó una de sus tres ventanas para quitar a Jason y meter en el campo a Escalante en un movimiento bastante sorprendente, pues el extremo gallego estaba siendo uno de los atacantes más activos sobre el terreno de juego.

Ya en la segunda mitad, los vitorianos intentaron dar un paso al frente y, como consecuencia, consiguieron acechar con más claridad la portería de Unai Simón, pero, de nuevo, la defensa vizcaína supo cómo anular las ofensivas gasteiztarras antes de que estas llegaran a ser preocupantes. Entonces, una vez superado ese arreón inicial en el que Duarte intentó sorprender al guardameta alavés con un remate lejano que tocó en el travesaño, el guión volvió a ser el mismo y el cansancio empezó a hacer mella en ambos conjuntos. Algo que se notó, sobre todo, en la lentitud de los contraataques -y eso que el técnico albiazul introdujo a Edgar y Pellistri para dar mordiente a las bandas-.

Eso sí, también cabe mencionar que las últimas oportunidades para romper las tablas fueron de los visitantes. Primero, en una gran acción individual de Muniain que acabó con un centro de Raúl García paseándose por el área babazorra; y, finalmente, con un remate de Berenguer en el que Pacheco intervino destrozando la ilusión de los zurigorris de llevarse los tres puntos de Mendizorroza, lo cual no han conseguido desde la temporada 2002-03.

Después de haber superado sus compromisos más apremiantes con puntos en el casillero, el Alavés tiene ahora algo más de tiempo para seguir dando forma a su nuevo estilo de juego. Los pupilos de Mendilibar no volverán a la acción hasta el martes 18 de enero, cuando visitarán al Real Betis, y estos días extra deben servir para dar un paso al frente en todos los sentidos. En especial, para los recién llegados como Jason y Escalante, que tienen la oportunidad de ponerse a punto físicamente y adaptarse a sus nuevos compañeros.

Además, cabe la posibilidad de que puedan hacerlo sin la presión añadida de estar en puestos de descenso, ya que, a la espera de lo que suceda en el encuentro entre el Espanyol y el Elche de mañana, el Glorioso ocupa la decimoséptima posición de la tabla con 17 puntos -uno más que los ilicitanos (18º), tres más que el Cádiz (18º) y seis más que el Levante (20º)-.