- Nadie podría prever las sorpresas que introdujo Mendilibar en su estreno al frente del banquillo babazorro. Sin embargo, las circunstancias sanitarias provocaron que tanto Pacheco como Sivera, al igual que Pina y Pellistri, se perdieran el siempre estimulante choque inaugural del 2022. La fatalidad, de hecho, trajo consigo el debut de Jesús Owono, el guardameta que comparte la portería del filial junto a Adrián y quien es ya un asiduo de las convocatorias de Guinea Ecuatorial.

No en vano, a pesar de que su "primera vez" se diese en un escenario tan complejo como un derbi ante la Real Sociedad, el arquero formado en el Antiguoko, la cantera de la Real y después en Ibaia cumplió con creces ante la parroquia alavesista. Es cierto que Owono encajó un gol en una acción en la que poco pudo hacer, pero a lo largo del encuentro demostró su absoluta madurez a pesar de tener tan solo 20 años de edad. Y es que el guardameta del filial, además de mostrarse convincente con el balón en los pies, realizó hasta tres paradas que sirvieron para que los de Imanol Alguacil no se escapasen en el marcador. Por tanto, es reseñable que a pesar de que su debut se diera en un contexto complejo por la situación clasificatoria, Owono cuajó una actuación muy correcta en la portería.

Y es que a pesar de que en el terreno de juego el guardameta internacional con Guinea Ecuatorial no mostrase un ápice de timidez, al término del partido no pudo ocultar su mayor alegría. "Me ha tocado y todos mis compañeros me decían que estuviera tranquilo, que sabía hacerlo. Yo con mucha confianza he ido hacia adelante", confesó Owono. Sin embargo, a pesar de que el guardameta ofreciese buenas sensaciones, hoy mismo pondrá rumbo a la Copa África que se celebrará en Camerún. Algo que para él supone "otra nueva experiencia" en su carrera.

Dejando a un lado la notable actuación individual del tercer arquero del Alavés, cabe destacar ayer el buen papel realizado por el Alavés a nivel colectivo. Desde los primeros minutos, los once protagonistas albiazules fueron como lobos en la presión y esa misma intensidad, apoyada del incesable aliento de la afición, fue determinante para no caer abatidos tras el primer tanto visitante de Januzaj. De la Fuente fue el elegido por Mendilibar para acompañar a un Joselu que sigue siendo determinante pese al cambio de año y el vallisoletano no defraudó. Se mostró asociativo con sus compañeros y es más, fue él quien provocó el penalti que posteriormente se transformó en un empate. Por otro lado, Loum y Toni Moya cuajaron un partido muy sólido a pesar de que la tarea de frenar a Silva, Guevara y Merino no fuese para nada sencilla. El pivote senegalés sacó a la luz su poderío físico y el madrileño expuso su criterio con el balón.

Sin embargo, esa verticalidad y ritmo vertiginoso provocaron que en ciertas fases del juego no hubiera frialdad en la toma de decisiones. Y es que el Alavés, a pesar de que disparase en más ocasiones que la Real, adoleció de esa pausa en el último pase, como en la última jugada del encuentro en la que un contragolpe pudo culminar en la épica remontada del Glorioso. Pese a ello, si algo necesitaba el Alavés para comenzar con buen pie el año era no caer en su primer test. Tal y como señaló Jesús Owono al término del encuentro, "no hemos conseguido los tres, pero estamos contentos con el punto". Un resultado que, en definitiva, debe servir como pilar para cimentar la permanencia de este curso.

"Me ha tocado y todos mis compañeros me decían que estuviera tranquilo; yo con mucha confianza he ido hacia adelante", dijo al final