10 de agosto de 2006

l 10 de agosto de 2006 el alavesismo se desayunaba con una nota pública del Deportivo Alavés SAD: “El club agradece al gran capitán su colaboración, su esfuerzo y el trabajo que durante tantos años ha beneficiado al Deportivo Alavés y a su afición. ¡Hasta siempre Óscar!”.

Era la despedida tras ocho temporadas y ciento veintitrés partidos como albiazul en Primera -décimo jugador histórico del club en esta categoría-, de Óscar Téllez, uno de los mejores defensas centrales -y miren que los ha habido excelentes- en la más que centenaria historia del club de Mendizorroza. El día anterior ambas partes habían pactado rescindir el contrato que les unía hasta junio de 2007.

Leyendo la nota cualquiera podría pensar, que la salida del mejoreño del club del Paseo de Cervantes era un homenaje a su figura. ¡Nada más lejos de la realidad! Era el punto y final a una tórrida, tóxica y dañina relación que estaban protagonizando la propiedad, Dmitry Piterman, y el que fuera internacional con la selección de España. Tiempo atrás -meses antes de la rescisión- Téllez era atacado de manera verbal y cruelmente por el ucraniano.

Nuestros protagonistas comenzaron su relación amor-odio el 12 de julio de 2004 -fecha del desembarco de Dmitry en Mendizorroza-, al ser presentado el defensa junto a Bodipo, Carpintero y Coromina, como uno de los pilares del nuevo proyecto.

Al final de esa temporada el equipo ascendía a Primera -segundo ascenso a la máxima categoría de nuestro fútbol como albiazul de Téllez- y todo parecía marchar de color rosa.

Se cuenta que tan buena relación se torció en la concentración veraniega de agosto de 2005 en California (USA). Óscar, junto a Bodipo, tuvo la feliz o infeliz ocurrencia de tirar vestido a la piscina a Piterman en la mansión del presidente. Desde entonces las cosas ya no fueron como antes. El ‘idilio’ se rompió y dio paso a esa relación tóxica indicada.

Con el equipo de nuevo en Primera División, temporada 2005-06, Téllez deja de contar en el once titular -primero- y posteriormente de entrar en las convocatorias. Incluso Piterman le indica que necesita un plan de entrenamiento individual y especial. En el mercado invernal le es retirada la ficha y a partir de mayo de 2006 la ‘guerra’ entre el presidente-entrenador y el futbolista toma derroteros muy complicados e inimaginables.

En julio se le abre al jugador, por parte del club, un expediente disciplinario por dos faltas graves. La primera por no querer someterse al reconocimiento médico y la segunda por sobrepeso.

El futbolista se defiende: “Es una situación que no se puede aguantar”. Ese verano no va al ‘stage’ de Fort Lauderdale (Florida) y se entrena con el filial. Y en agosto se echa el telón a la vida deportiva de Téllez como albiazul.

En su despedida el de Mejorada del Campo deja clara su falta de sintonía con el mandamás: “En el vestuario hay una frase que dice: Hay que salir de aquí, pero también recuerda su etapa dorada en el club alavesista: “Estoy muy orgulloso de haber hecho grande al Deportivo Alavés en su momento y me voy con la cabeza alta por lo logrado.

Atrás quedaban el 31 de agosto de 1997, su debut oficial en Mendizorroza; 3 de mayo de 1998 y 12 de junio de 2005, los ascensos matemáticos a Primera; 19 y 25 de febrero de 1998 y 5 y 12 de febrero de 2004, las noches de las Semifinales del Campeonato de España; 25 de abril de 2001, el debut con la selección siendo jugador albiazul y la más preciada para Óscar: 16 de mayo de 2001, cuando se proclamó subcampeón europeo.

El 11 de junio de 1998 fue traspasado al Valencia por el Deportivo Alavés. Hubo disparidad entre ‘ches’ y albiazules a la hora de dar las cifras de la operación. El traspaso se ejecutó por una cantidad cercana a los 350 millones de las antiguas pesetas.

La selección de Dmitry Piterman con sus futbolistas preferidos era la siguiente: Cañizares; Puyol, Pablo Casar, Téllez, Roberto Carlos; Baraja, Albelda; Munitis, Ronaldinho, Vicente; Ronaldo. El central Pablo Casar fue jugador albiazul.

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