Renovarse o morir. Esa es una de las máximas que conviene tener muy en cuenta en cualquier aspecto vital y la que debe guíar los próximo movimientos del Deportivo Alavés. Tras escribir con la victoria sobre el Granada el final feliz a una temporada de pesadilla en la que durante no pocos momentos pareció precipitarse sin remisión por el precipicio del descenso, el combinado gasteiztarra tiene que comenzar a pensar ya en el futuro.

Y para que ese porvenir sea más tranquilo que el pasado reciente necesitará esforzarse al máximo para corregir los muchos errores que casi le hunden en el drama. Lo que conduce a un destino evidente en el horizonte inmediato: afrontar una renovación obligatoria del equipo. Tras dos temporadas de máximo sufrimiento, el vestuario necesita la entrada de una importante dosis de aire fresco para poder acometer los próximos desafíos con un mínimo de garantías.

Esa profunda renovación ya era acuciante a la conclusión del pasado ejercicio pero las circunstancias excepcionales que entraron en juego la convirtieron en imposible. Como consecuencia, El Glorioso arrancó la campaña sin apenas variaciones en su fisonomía y ese lastre fue teniendo un efecto cada vez más evidente con el paso de las jornadas. No afrontar el imprescindible relevo por segunda temporada consecutiva supondría, por lo tanto, poco menos que un suicidio para la escuadra vitoriana.

Porque si algo ha dejado claro la Liga que está a punto de bajar el telón de manera definitiva -a la que perfectamente podría añadirse la anterior- es que los graves problemas que ha sufrido el Alavés son bastante más estructurales que coyunturales. Nada menos que cinco entrenadores han pasado por el banquillo gasteiztarra en estos dos cursos y el rendimiento que han extraído de los mimbres que tenían a su disposición prácticamente en ningún caso ha llegado al aprobado.

Solo la milagrosa irrupción de Javi Calleja en los albores del pasado mes de abril ha podido alterar esta triste normalidad. El entrenador madrileño se ha convertido en el auténtico artífice de la salvación albiazul con un balance de quince puntos logrados de los veinticuatro que se han puesto en liza y su continuidad al frente del equipo la campaña venidera es sin duda una excelente noticia. Los milagros, en cualquier caso, no acostumbran a repetirse con frecuencia y los claros signos de agotamiento que ha ofrecido el actual proyecto hacen inevitable la renovación de la plantilla.

En este sentido, los próximos meses serán, con total seguridad, de muchos movimientos en las oficinas del Paseo de Cervantes. Aunque todas las operaciones que se lleven a cabo -en el Alavés y en el resto de equipos- estarán mediatizadas de manera importante por las restricciones económicas que se han derivado de la pandemia y sus consecuencias. El pago de traspasos importantes se antoja una quimera y todos los clubes se pelearán por encontrar antes que nadie los mirlos blancos libres que ofrezca el mercado.

Así las cosas, las cesiones surgen como una fórmula interesante a la que El Glorioso volverá a recurrir. Este curso ha contado con nada menos que cinco jugadores prestados en sus filas y esos son precisamente los primeros a los que tendrá que buscar recambio puesto que, a priori, deben regresar a sus clubes de origen. Se trata de Battaglia, Lejeune, Pellistri, Deyverson y Córdoba. En el caso del primero hay una opción de compra pactada pero su elevado precio (alrededor de cinco millones de euros) la convierte en poco menos que una misión imposible. El Alavés, no obstante, tratará de retener al argentino negociando de nuevo con el Sporting de Portugal. Lo mismo que intentará con el Manchester United para retener al joven Pellistri, que ha convencido con su talento y desparpajo. Tampoco vería con malos ojos el club la continuidad de Lejeune pero para ello tendría que alcanzar un nuevo acuerdo con el francés y el Newcastle, con quien acaba contrato el próximo mes de junio. Córdoba y Deyverson, por último, no entran en los planes de futuro.

Al margen de estos cedidos, finalizan su vinculación con la escuadra albiazul este curso Ximo Navarro, Manu García, Tomás Pina, Sivera, Ely, Burgui y Peleteiro. El primero ha renovado automáticamente al disputar más de veinticinco partidos pero al resto se le presenta un escenario ciertamente complicado para seguir defendiendo la elástica albiazul. En los casos del centrocampista gasteiztarra y Pina el club podría plantearse ofrecerles una renovación a la baja en función de los movimientos que vaya ofreciendo el mercado pero la edad -ambos superan la treintena- no juega a su favor aunque el peso específico del capitán en el vestuario podría permitirle hacerse un hueco. Sivera, Ely, Burgui y Peleteiro, por el contrario, tienen los dos pies fuera de Mendizorroza.

Contratos en el aire Los demás integrantes de la plantilla tienen contrato en vigor hasta 2022 o 2023, pero eso no quiere decir que todos cumplan este vínculo. Algunos por la intención del club de deshacerse de ellos y otros porque posibles ofertas interesantes pueden hacerles cambiar de aires. En el primer grupo destacan los nombres de Lucas Pérez o Guidetti, a los que la secretaría técnica intentará encontrar acomodo lejos de Vitoria en su último año de contrato. Ambos tienen fichas elevadas y, por diferentes motivos, no encajan en el puzle. La calidad del gallego es indiscutible pero su rendimiento este curso ha bajado drásticamente y ha sido el centro de gran parte de los problemas extradeportivos que han rodeado al equipo. El sueco, por su parte, no ha entrado en los planes de los diferentes entrenadores que ha tenido el Alavés en los últimos cursos.

A pesar de que el rendimiento colectivo del grupo ha sido bastante pobre durante toda la campaña, algunos integrantes de la plantilla han brillado, en especial en un tramo final de temporada que les ha revalorizado. Fernando Pacheco, con contrato hasta 2023, y Joselu (hasta 2022) son dos claros ejemplos. Ambos son dos preciados objetos de deseo para muchos equipos y la directiva albiazul estaría dispuesta a abrirles la puerta de salida siempre que su marcha estuviera acompañada de una importante compensación económica que aliviase las necesitadas arcas del Paseo de Cervantes. Una situación muy similar a la que podría darse, por ejemplo, con Luis Rioja -que ya está recibiendo cantos de sirena desde el Betis- o Rubén Duarte, que en el pasado tuvo ofertas desde Inglaterra.

Pero con ser importantes estos movimientos, sin duda lo fundamental para el futuro del Deportivo Alavés es acertar con la elección del importante número de nuevos fichajes que tendrán que incorporarse este verano a la disciplina albiazul. Buena parte de ellos estarán llamados a ser titulares y formar parte del esqueleto básico de un plantel que necesita oxigenar de manera urgente el vestuario.

Cedidos. Battaglia, Lejeune, Pellistri, Deyverson y Córdoba. El Alavés tiene una opción de compra por el primero de alrededor de cinco millones de euros que intentará renegociar para intentar seguir contando con el argentino. También le gustaría lograr la continuidad del joven uruguayo y el francés.

Acaban contrato. Ximo Navarro, Manu García, Tomás Pina, Sivera, Ely, Burgui y Peleteiro. El primero ha renovado automáticamente al haber disputado más de 25 partidos. El capitán y el manchego podrían recibir ofertas de renovación a la baja. Con el resto no se cuenta.

Con contrato en vigor. Laguardia, Martín, Pere Pons, Edgar, Lucas Pérez, Joselu y Guidetti hasta 2022; Pacheco, Tachi, Rubén Duarte, Javi López, Borja Sainz y Rioja hasta 2023. A algunos, como Guidetti o Lucas, se les tratará de buscar una salida. Otros -Pacheco, Joselu, Rioja- podrían salir si llega alguna oferta que aporte una compensación económica importante.

La cifra: 12

Jugadores de la plantilla del Deportivo Alavés acaban su vinculación con el conjunto albiazul el próximo 30 de junio. Cinco de ellos han militado este curso en 'El Glorioso' en calidad de cedidos y el resto son propiedad de la entidad del Paseo de Cervantes.

La defensa, el centro del campo y la delantera precisan de la incorporación de elementos llamados a ser titulares el año que viene

Piezas importantes que se han revalorizado en este final de Liga podrían salir si llegan ofertas importantes en el apartado económico