- El pasado viernes disputó sus primeros minutos como jugador del Deportivo Alavés apenas cuatro días después de confirmarse su cesión por parte del Athletic de Bilbao en el epílogo del mercado invernal y ayer le llegó el turno de ser presentado oficialmente como refuerzo albiazul. Un trámite que Iñigo Córdoba cumplió con el mismo desparpajo y juego directo que había exhibido en el césped de Mendizorroza ante el Valladolid. De esta manera, se mostró rotundo al desvelar el principal argumento que le ha llevado a mudarse a Vitoria. "Necesitaba que apostasen por mi", destacó el extremo.
Y ese es un requisito que la escuadra del Paseo de Cervantes -al menos a tenor de lo expresado por el propio protagonista- ha cumplido con creces. "La verdad es que estoy encantado. He buscado un proyecto deportivo que me ilusionase, tenía muchas ganas de jugar, aquí me transmitieron mucha confianza, confían en mi y es lo que necesitaba para este final de temporada", argumentó el bilbaíno.
Pese a su juventud Córdoba acumula ya una amplia experiencia a sus espaldas y ese bagaje le permite disponer de una perspectiva interesante para observar con relativo optimismo el futuro de su nuevo club. "Yo creo que el equipo está muy implicado, en buena dinámica, trabajando bien para preparar el partido del sábado contra el Barcelona. Pienso que ha ganado en solidez defensiva, que es muy importante, y creo que está bien, con ganas de afrontar los próximos partidos", reflexionó.
Aunque evitó caer en las comparaciones, el nuevo futbolista albiazul reconoció que la experiencia que vivió años atrás su compañero en el Athletic Ibai Gómez le ha servido de inspiración para afrontar esta nueva etapa en su carrera. "Hablé con él y la verdad es que todo lo que me ha dicho sobre Vitoria y sobre el Alavés son palabras buenas. Mi situación es diferente pero intentaré aportar lo máximo posible. Ibai creo que aquí dejó muy buenos recuerdos y ojalá pueda hacerlo igual de bien", deseó.
Algo para lo que ya cuenta con un primer aval, que no es otro que el interés máximo que le transmitió la entidad del Paseo de Cervantes por reclutarle. "El Alavés es un club con mucha historia, con mucho nombre y deportivamente me ofrecía lo que estaba buscando, que era que apostaran por mi. Buscaba ir a un equipo en el que me transmitieran confianza, que pienso que era personalmente lo que necesitaba y desde el minuto uno yo estaba con muchas ganas de venir aquí. Al final se dio el caso y estoy encantado", confesó.
Córdoba se refirió también a lo que ha significado para él salir de su equipo de toda la vida. "Creo que allí tenía complicado tener oportunidades y vengo a jugar, a un proyecto ilusionante y a poder demostrar también al Athletic que tengo nivel para competir allí", reconoció. Sin embargo, el futbolista vizcaíno descartó que tener que abandonar la casa rojiblanca le haya generado la más mínima frustración. "Pienso que hay momentos para todo y ahora es momento de pensar en el Alavés. Estoy aquí, con un proyecto ilusionante de aquí hasta el final de la temporada y mi cabeza está centrada aquí. No creo que el mundo se acabe en Bilbao. Yo he salido y estoy encantado de estar aquí", zanjó.
Respecto al rol que puede desempeñar en El Glorioso, Córdoba lo tiene claro. "Al final para que un equipo funcione hace falta competencia interna dentro del grupo y vengo a competir, dar lo mejor de mi para jugar y que haya una competencia interna dura y sana. Eso siempre es bueno para el equipo", resaltó.
Un argumento en el que coincidió el director deportivo albiazul, Sergio Fernández. "Con su fichaje buscamos generar competencia, recursos y alternativas para el entrenador. Iñigo es un jugador al que no voy a descubrir yo y que lo único que esperamos es que encuentre ese pico, ese estado de forma, que le permitió en su momento demostrar todas las condiciones y capacidades que tiene".