VITORIA- La víspera de Nochebuena, el Deportivo Alavés recibió un valioso regalo anticipado de Olentzero. El equipo acudía al derbi acuciado por la necesidad tras encadenar dos derrotas consecutivas y solo un punto de ventaja sobre el descenso y, para poner a prueba los corazones más débiles, se asomó peligrosamente al precipicio. El plantel albiazul cayó al infierno pero demostró la fuerza suficiente para escapar del pozo y sumar una victoria balsámica que le permite regalarse una Navidad mucho más tranquila.Pablo Machín presentó una pequeña revolución en su once inicial concediendo la alternativa a Edgar Méndez y Deyverson en lugar de los habituales Peleteiro y Lucas Pérez. Cambió el soriano calidad por intensidad y trabajo físico. Sin embargo, el inicio de la contienda estuvo a punto de hacer saltar por los aires su estrategia a las primeras de cambio. Porque, lejos de mostrar esa mayor energía, El Glorioso arrancó el derbi completamente dormido.

Como si el intempestivo horario del duelo le hubiera cogido todavía con la manta en el sofá, el conjunto gasteiztarra tardó un mundo en comparecer en Mendizorroza. Todo lo contrario que un Eibar al que Mendilibar ya se había encargado de inyectar una buena dosis de cafeína. De esta manera el Alavés encadenó en los primeros instantes continuas imprecisiones que se convirtieron en una espectacular alfombra roja para los visitantes hacia la portería de Pacheco

Arbilla dio el primer aviso en una acción personal en la que llegó hasta el interior del área sin que ningún rival le pusiese el más mínimo impedimento. En el último instante apareció Tomás Pina para desviar su remate a córner. Y precisamente en ese saque de esquina se desequilibró la balanza. Pedro León volvió a exhibir su enorme calidad en el golpeo de la pelota y ejecutó el lanzamiento desde la izquierda del ataque armero al primer palo alavesista. El envío, muy cerrado, sobrepasó a Lejeune y sin que nadie lo tocase acabó en el fondo de la red de Fernando Pacheco.

Si hasta entonces el Alavés había estado desconocido, el tanto terminó de noquearlo. Así, se abrió un período en el que el plantel de Pablo Machín estuvo contra las cuerdas y el Eibar abusó de él a placer. Los armeros jugaban a placer y con su presión alta abortaban cualquier intento de reacción local antes siquiera de que comenzase.

Solo le faltó la definición a la escuadra guipuzcoana. Pese a que disfrutó de varias ocasiones clarísimas -especialmente una de Kike García y otra de Inui-, el conjunto azulgrana no fue capaz de encontrar el golpe directo que mandase a su oponente definitivamente a la lona. Y precisamente por ese resquicio fue por el que se coló la reacción alavesista. Poco a poco El Glorioso fue reencontrándose con su idea y recuperando la calma para encontrar un premio con el que era casi imposible soñar.

Tras unos primeros acercamientos de tanteo, de nuevo un córner cambió el sino de la contienda. El Eibar lo ejecutó en el minuto 40, Lejeune despejó de cabeza, Rioja le ganó la partida a Bryan Gil para recoger el rechace y salió como un misil hacia el campo rival. Ya en terreno rival cedió a Edgar en ventaja y el canario resolvió a la perfección ante Dmitrovic.

Ese empate se antojaba ya un premio increíble pero aún faltaba un añadido. Así, ya en el descuento del primer período, de nuevo Rioja realizó un centro desde la banda izquierda, Joselu tocó de cabeza en el segundo palo y Deyverson apareció en el primero para remachar a puerta vacía. En un visto y no visto El Alavés le dio la vuelta al marcador y se fue a los vestuarios con una ventaja que cambiaba por completo el escenario del derbi.

Tanto, que en la reanudación apenas sucedió nada destacable. El Alavés inyectó cloroformo al partido y consiguió que el Eibar fuera incapaz de acercarse siquiera a la portería de Pacheco. Conforme pasaron los minutos su dominio fue mayor y dispuso de grandes oportunidades para lograr el tercero. Una sentencia que no llegó pero que no echó de menos, porque el infierno ya se había convertido en el paraíso.

Luis Rioja

Atraviesa un gran momento y fue un auténtico estilete por su banda. Participó en los dos goles y estuvo a punto de marcar el tercero en una gran acción individual.

Lejeune

Al igual que el resto del equipo comenzó muy frío y cometió varios errores de bulto. Sufrió de lo lindo en su pelea durante todo el partido con Kike García.

2

1

Estadio Mendizorroza.

Árbitro Del Cerro Grande (madrileño).

Alavés

13. Sivera; 2. Tachi; 21. Martín (72'); 17. Adrián Marín (88'); 26. Javi López; 37. Tavares; 19. Manu García (72'). 24. Peleteiro (93'); 29. Borja Sainz; 7. Lucas Pérez; 10. Guidetti.

Eibar

13. Yoel; 29. Unai Dufur; 24. Rodrigues (46'); 11. Rafa Soares; 8. Diop (46'); 7. Quique (84'); 16. Olabe; 18. Recio (60'); 32. Unai Arieta (77').

0-1, minuto 4: Pedro León. El murciano ejecuta un córner desde la izquierda del ataque armero y el balón se cuela en la portería por el primer palo sin que nadie lo toque.

1-1, minuto 40: Edgar Méndez. El Eibar saca un córner que despeja Lejeune para que Rioja salga como una bala y ceda a Edgar para que el canario culmne el letal contragolpe batiendo a Dmitrovic.

2-1, minuto 47: Deyverson. Centro desde la zquierda de Rioja, Joselu toca de cabeza en el segundo palo y Deyverson remacha a puerta vacía en el primero.

Amonestó a Edgar Méndez (minuto 47), Battaglia (minuto 56), Pina (minuto 61), Bryan Gil (minuto 80), Unai Arieta (minuto 88) y Laguardia (minuto 89).

Mal inicio El Alavés se presentaba en el derbi en una situación delicada después de encadenar dos derrotas consecutivas y con solo un punto de ventaja sobre el descenso. Con este escenario, los numerosos errores que cometió el equipo en el arranque y verse por detrás en el marcador a las primeras de cambio fue una amenaza peligrosa de la que, sin embargo, el equipo supo escapar.

Efectividad El acierto ante la portería fue determinante para la suerte del partido. Tras hacer el 0-1 el Eibar desperdició dos ocasiones clarísimas y, por el contrario, 'El Glorioso' aprovechó las suyas.