- Pablo Machín sorprendió ayer a todos con su once inicial. El técnico soriano, que parecía haber encontrado su once ideal en las anteriores jornadas, quiso darle una vuelta de tuerca al equipo introduciendo dos cambios notables en el dibujo titular. El entrenador albiazul optó por sentar en el banquillo a quienes posiblemente son los dos futbolistas con más calidad con los que cuenta el Alavés -Lucas Pérez y Jota Peleteiro- colocando en su lugar a dos hombres que fueron importantes en el arranque liguero pero que apenas habían contado con minutos en los últimos compromisos como son Deyverson y Edgar Méndez.

No es fácil dejar en el banquillo a Lucas Pérez y a Jota, pero el equipo necesitaba un soplo de aire fresco después de las dos últimas derrotas contra el Huesca y el Celta. Consciente de las críticas que podría recibir si los cambios no funcionaban, optó por otorgar más verticalidad y velocidad a la banda derecha con la entrada de Edgar Méndez y mayor energía al ataque con el siempre comprometido y voluntarioso Deyverson, que últimamente parecía incluso haber perdido el puesto de tercer delantero en favor de Guidetti. Por fortuna, los cambios salieron mucho mejor de lo que Machín podría haber imaginado.

El Eibar es un equipo que presiona muy arriba y quizá de ahí vino la idea de Machín por apostar por un juego más directo, buscando el juego aéreo de Joselu y Deyverson y abrir el campo con Edgar Méndez y Rioja, buscando los espacios al contraataque. Con lo que no contaba, seguramente, era con la dejadez de todo el equipo en la primera media hora de juego, en la que el Eibar fue muy superior. Sin embargo, en la primera ocasión en la que los hombres de ataque del combinado gasteiztarra tuvieron espacio para salir al contraataque, llegó el gol de Edgar Méndez, una de las dos novedades. El extremo diestro peleó el rechace del córner con Bryan Gil, el balón le cayó a Rioja y ambos salieron a toda velocidad hacia la portería de Dmitrovic. Rioja cedió el esférico a Méndez, que tuvo el acierto que le faltó al equipo contra el Celta y envió el balón al fondo de las mallas. Rioja y Joselu tuvieron ocasiones similares, pero solo Méndez logró definir.

Solo por ese gol, la idea de Machín se podía dar por buena, pero Deyverson, que buscó incansablemente el gol y no dejó de presionar y ayudar en defensa, convirtió la decisión del técnico en una genialidad. Cuando la primera parte terminaba, el brasileño rebañó un remate desacertado de Joselu y puso el 2-1 en el marcador, que el Eibar fue incapaz de remontar. En cuanto a los dos gallegos, solo Jota se vistió de corto para sustituir a Rubén Duarte, que dejó el campo por una lesión en la rodilla que puede ser grave. Habrá que ver si Lucas Pérez vuelve a quedarse sin jugar contra Osasuna o los cambios son solo cosa de una noche.