Hace tiempo que el acervo popular alavés ha añadido dos santos más a su patrón San Prudencio. El primero fue Fernando San Emeterio, el jugador del Baskonia que metió aquel 2+1 que sellaba el título de Liga frente al Barcelona. La gente de Vitoria se echó a la calle y el Casco Viejo retumbaba mientras se coreaba el nombre, ya santificado para siempre, del jugador cántabro, ahora en el Valencia Basket.
La pandemia evita por ahora rendir pleitesía con juergas a más santos. Incluso el propio San Prudencio ha debido postergar a tiempos mejores el sentido homenaje con el que se le agasaja todos los años.
Pero hay un santo más, y también se llama Fernando. El portero del Alavés lleva varias temporadas salvando de derrotas al equipo vitoriano. Sus paradas son consideradas por muchos intervenciones divinas y son escasos los partidos en los que no haga gala de sus reflejos para atajar remates imposibles de los delanteros rivales.
Su calidad no es solo una impresión subjetiva del que escribe o de la mayoría de los aficionados alavesistas. Todos los entrenadores que ha tenido en el Alavés han tenido claro que las alineaciones se formaban con Pacheco y diez más.
Gracias a su buen trabajo y a la confianza que se ha granjeado a lo largo de las seis temporadas que lleva en Vitoria, Pacheco es desde ayer el jugador que más minutos ha defendido la elástica del Alavés en Primera División.
Ante la Real completó la increíble cifra de 13.188 minutos. Y eso que dio un buen susto en el 82 cuando requirió al árbitro la presencia de un fisioterapeuta debido a unas molestias de las que, en principio, se pudo recuperar sin mayores problemas y acabar el partido.
Y menos mal que estaba ahí porque la Real Sociedad intentó batirle desde el principio hasta el final, sobre todo con ese primer remate a bocajarro de Isak y ese postrero chutazo de William José. En ambas ocasiones, y en varias más a lo largo del partido, Pacheco volvió a revelarse como un portero de muchos kilates.
Su colocación, la firmeza de sus manos y sus reflejos convirtieron en estéril el insistente dominio txuriurdin, más si cabe a raíz de la inexplicable expulsión de Battaglia.
En fin, que todo está bien si bien acaba y Pacheco pudo celebrar su récord con un empate que extiende la imbatibilidad del Alavés a las seis últimas jornadas. Pacheco se sitúa por delante en minutos de otros ilustres como Karmona, Astudillo, Pablo, Desio y Téllez, protagonistas de aquella inolvidable final de la UEFA en Dortmund. Casi nada.
148 partidos. Fernando Pacheco batió ayer el récord de minutos disputados por un jugador del Alavés en Primera División, pero no será su única plusmarca en la presente temporada. El portero pacense acumula 148 partidos en la máxima categoría, lo que le sitúa quinto en este ranking histórico albiazul. Los que le preceden en esta particular clasificación están a su alcance. El líder momentáneo es Magno (con 155 partidos) seguido de Karmona (154), Pablo (153) y Astudillo (149). Ya es quien más minutos ha jugado y a Pacheco le falta solo jugar ocho partidos más para convertirse también en el jugador albiazul con más partidos jugados en Primera División. En dos o tres meses, el sobrenombre de santo estará aún más justificado.