La épica parece haberse convertido en un inseparable compañero de viaje para el Deportivo Alavés en la presente temporada. Al igual que ya le había sucedido anteriormente ante Athletic, Barcelona y Levante, ayer frente a la Real Sociedad volvió a quedarse con un hombre menos tras la incomprensible expulsión de Battaglia en el minuto 60 y no tuvo más remedio que recurrir de nuevo a la heroica -y a la prodigiosa actuación de Pacheco- para rescatar un valioso punto. Un empate que prolonga dos rachas de la escuadra vitoriana. La de jornadas invicto, que ya asciende a seis, y la de las dificultades para sumar los tres puntos en el Paseo de Cervantes, que solo ha conseguido ante el Athletic desde que comenzó la Liga.

Pablo Machín había anunciado en la previa del encuentro que preparaba a su equipo para llevar el mando de las operaciones y buscar la victoria ante cualquier adversario desde el inicio de las hostilidades. Así se pudo comprobar en las confrontaciones recientes ante el Valencia o el Real Madrid, en las que El Glorioso no se dejó impresionar por el nombre de sus adversarios. Ayer frente a la Real Sociedad, sin embargo, la historia fue diferente.

La visita del líder a Mendizorroza generó un respeto desconocido en el combinado local. Pese a las múltiples ausencias respecto al teórico once de gala txuriurdin (a las que se sumó la lesión de última hora de David Silva), el Alavés arrancó más preocupado de asegurar bien su posición que de buscar las flaquezas del rival. Una idea que se afianzó todavía más después de que, a los cuatro minutos, la Real disfrutara de su primera gran ocasión. Primero en un balón en profundidad que Portu no supo aprovechar en el área después de que Lejeune no acertara a despejar. Y en la continuación de esta misma acción en un remate de Isak solo en el segundo palo que Pacheco despejó in extremis desde la misma línea de gol.

Hizo un amago de responder el plantel albiazul para dar lugar a un intercambio de golpes pero fue un mero espejismo. En un balón largo Joselu desplegó su habitual maestría para robarle la cartera al central y aprovechó la mala salida de Remiro para intentar una vaselina envenenada desde la frontal del área. La pelota, sin embargo, salió por encima del larguero.

A partir de ese instante, la Real fue adquiriendo cada vez con mayor comodidad las riendas del encuentro. Desplegando su calidad para mover la pelota convirtiendo en inútil la presión vitoriana, fue poniendo cerco a la portería de Pacheco. La oportunidad más clara fue para Mikel Merino, que disparó alto cuando se encontraba solo en el interior del área de castigo.

El descanso se convirtió en la mejor noticia para un Alavés incapaz de encontrar la fórmula para romper las conexiones realistas. El paso por el vestuario le hizo bien al equipo, que regresó al césped más enchufado y plantando cara con mayor consistencia a su rival. El arranque, no obstante, fue calcado al de la primera parte y en el minuto 54 Isak obligó a Pachecho a firmar una gran intervención para despejar su disparo y Portu envió el rechace del arquero al lateral de la red.

El Alavés, sin embargo, no acusó tanto el golpe esta vez y mantuvo el pulso. Hasta que, a la hora de juego, Battaglia vio una incomprensible tarjeta roja en un saque de banda por decirle a un compañero respecto al árbitro "no nos va a pitar nada, es un ciego". Una acción que, por supuesto, cambió radicalmente el escenario de la contienda.

Al Glorioso no le quedó más remedio que replegarse en su propio campo y tratar de contener el chaparrón que se le avecinaba ante una Real que se fue con todo a por la victoria. Y fue en ese trance de máxima dificultad donde, una vez más, Fernando Pacheco sacó el paraguas. El capitán albiazul, que ayer se convirtió en el jugador del Alavés con más minutos disputados en Primera, desbarató una tras otra todas las claras ocasiones de los donostiarras.

La exhibición del pacense y el notable trabajo defensivo desarrollado por sus compañeros se tradujo por fin en un valioso punto. Una vez más, de la mano de la heroica.

- Ficha técnica:

0 - Alavés: Pacheco, Ximo Navarro, Laguardia, Lejeune, Duarte; Jota Peleteiro, Battaglia, Tomás Pina, Rioja (Méndez, min.88); Joselu y Lucas Pérez (Aguirregabiria, m.71).

0 - Real Sociedad: Remiro; Gorosabel (Zaldua, min.74), Zubeldia, Sagnan (Zubimendi, min. 83), Muñoz; Guevara, Merino, Merquelanz, Roberto López (Bautista, min.74), Portu (Barrenetxea, min. 83); e Isak (Willian José, min.74).

Árbitro: José Luis Munuera Montero, del Comité de Andalucía. Mostró tarjeta roja directa a Battaglia (min.62). Además sancionó con tarjeta amarilla al local Lejeune (m.41).

Incidencias: encuentro de la duodécima jornada de LaLiga Santander disputado sin público en el estadio de Mendizorroza de Vitoria.