- Un globo incomprensiblemente pinchado. Eso fue en la noche de ayer el Deportivo Alavés, que vio impotente cómo se escapaba por un agujero que nunca debió haber consentido que se produjera un botín que parecía tener en propiedad hasta el descanso. Porque el plantel vitoriano arrancó con la sonrisa que lucen los niños que inician su aventura por la feria de su ciudad con un vistoso globo atado a su muñeca. Sin embargo, al igual que acostumbra a sucederles a los infantes, el motivo de su momentánea felicidad se pinchó en algún movimiento imprevisto tornando las risas en lágrimas. Al menos, como mal menor, el equipo pudo evitar que se escapara todo el aire y conservó un punto que estuvo en serio peligro en el epílogo.
El cuadro albiazul saltó al terreno de juego dispuesto a no especular ni un solo segundo. Como si la quincena de ayuno liguero debido al parón por los compromisos internacionales de las selecciones se le hubiese hecho insoportablemente larga, el conjunto gasteiztarra quiso conectarse a la contienda por la vía rápida y en cuanto el colegiado Jaime Latre hizo sonar su silbato se lanzó a por su oponente.
Con los esperados regresos de Ximo Navarro, Lejeune y Jota Peleteiro al once inicial -en el caso del gallego desplazado a la banda derecha para dejar su puesto en la izquierda a Luis Rioja-, El Glorioso recuperó el perfil flexible que le había permitido alcanzar su mejor momento antes de la pausa de la competición. Y con ese recuerdo positivo caminó sobre sus propios pasos para intentar dar continuidad a su racha.
Un objetivo que apenas tardó algo más de cien segundos en conseguir. Tras robar varias veces la pelota a un incómodo Valencia en el inicio de la jugada, forzó un saque de esquina y el trabajo de estrategia brilló con luz propia. Lucas Pérez ejecutó el córner desde la izquierda y Ximo Navarro apareció completamente solo dentro del área para conectar su pie derecho sin dejar caer la pelota y firmar un espectacular remata cruzado inalcanzable para un sorprendido Jaume.
Ese madrugador tanto espoleó a los locales y, por el contrario, dejó noqueado a un rival incapaz de superar la primera línea de presión albiazul. Y sin solución de continuidad llegó el segundo zarpazo gasteiztarra. De nuevo tras una recuperación Jota Peleteiro y Ximo Navarro ejecutaron una veloz salida por la banda derecho que culminó con el zaguero albiazul internándose en el área ché tras retratar con un caño a Guillamón. El joven internacional valencianista no pudo ofrecer otra reacción que cometer un claro penalti que Jaime Latre no dudó en señalar.
Sin permitir que el recuerdo de su último lanzamiento al travesaño le pesara, Lucas Pérez lo ejecutó con maestría y subió al marcador un 2-0 que se antojaba definitivo. Más todavía cuando en los siguientes minutos el Valencia continuó sin reaccionar, permitiendo a Joselu un mano a mano con Jaume en el minuto 30 que, desgraciadamente, el gallego no pudo aprovechar. Solo en el tramo final del primer período los de Javi Gracia mostraron algún síntoma de despertar, pero sin llegar a inquietar al Glorioso.
Pero el escenario cambió por completo tras el descanso. El cuadro vistante se adueñó por completo del duelo y el Alavés fue incapaz de cerrarle las vías de acceso a su área. En un espejismo, Laguardia marcó en el minuto 70 un gol que el colegiado anuló por mano clara del central y a partir de ahí se desencadenó el cataclismo albiazul.
Primero Manu Vallejo -auténtico reactivador del ataque ché- en el 72 y después Guillamón en el 77 aprovechando un error de Battaglia al trazar la línea de fuera de juego en el saque de una falta firmaron los goles que devolvieron las tablas al marcador. Lo que quedaba de tiempo reglamentario más los ocho minutos de descuento se convirtieron en una interminable agonía para un Alavés al que solo las intervenciones de Pacheco y la falta de puntería de Gameiro permitieron rescatar un punto como premio menor.
Pablo Machín El equipo arrancó el encuentro muy enchufado y sin recurrir a ningún tipo de especulación. Su apuesta en ese tramo inicial obtuvo la recompensa deseada y el claro dominio sobre el Valencia se tradujo en un claro 2-0 que auguraba una victoria tranquila. Sin embargo, cuando mejor tenía las cosas, el Alavés no fue capaz de cerrar el encuentro y Machín tampoco dio con la tecla desde el banquillo.
El dominio albiazul fue incontestable durante el primer período pero el equipo se diluyó como un azucarillo después
Ximo Navarro
En un inicio de encuentro espectacular, firmó el primer gol albiazul con un gran remate y protagonizó la jugada que supuso el penalti que transformó Lucas Pérez. Notable.
Laguardia
Al central albiazul le faltó la contundencia habitual para abortar los ataques visitantes, especialmente tras el descanso. Con la entrada de Vallejo sufrió mucho.
2
2
Estadio Mendizorroza.
Árbitro Jaime Latre (aragonés).
Alavés
13. Sivera; 2. Tachi; 4. Ely; 21. Martín; 26. Javi López; 17. Adrián Marín; 37. Tavares; 19. Manu García (55'); 29. Borja Sainz (71'). 14. Deyverson. 10. Guidetti (71').
Valencia
25. Rivero; 2. Thierry Correia; 3. Toni Lato (93'); 4. Mangala; 26. Esquerdo; 7. Guedes (57'); 11. Rubén Sobrino; 27. Koindredi; 21. Vallejo (57'); 23. Jason; 37. Alex Blanco; .
1-0, minuto 2: Ximo Navarro. Lucas Pérez bota un córner desde la izquierda del ataque albiazul y Ximo aparece solo dentro del área para rematar cruzado con la pierna derecha sin dejar caer la pelota.
2-0, minuto 16: LucasPérez, de penalti. El delantero gallego ejecuta a la perfección una clara pena máxima cometida por Guillamón sobre Ximo Navarro
2-1, minuto 72: Manu Vallejo. Gameiro recibe un pase por el centro de la zaga albiazul y habilita a Vallejo para que remate a puerta vacía.
2-2, minuto 77: Guillamón. Saque de falta lateral del Valencia, Battaglia rompe el fuera de juego y el joven central cabecea a la red.
Amonestó a Lejeune (minuto 36), Guillamón (minuto 53).
Arranque notable El Deportivo Alavés protagonizó probablemente ayer su mejor puesta en escena de toda la temporada. Con intensidad, ambición y acierto descolocó por completo a un Valencia que se vio sorprendido por el arranque albiazul. El equipo, además, contó con la efectividad que tanto había echado de menos en comparecencias precedentes y anotó dos goles en el primer cuarto de hora que asfaltaban su camino hacia el triunfo.
Demasiadas concesiones Con todo a favor sin embargo la escuadra de Machín no fue capaz de cerrar el encuentro y esperar a que se cumpliera el minuto 90. Quizás también debido al cansancio por el gran esfuerzo realizado permitió demasiadas concesiones a rival que no las desaprovechó.