- La dirección deportiva alavesista siempre ha seguido con especial atención a aquellos futbolistas que en los últimos años han pasado por Vitoria y han brillado antes de regresar a sus clubes de origen o buscar nuevos horizontes competitivos y en no pocas ocasiones ha tratado de recuperarlos con éxito diverso.
Así, jugadores como Rodrigo Ely, Rubén Sobrino o Tomás Pina volvieron ya en propiedad a Vitoria tras una primera cesión; mientras que en el pasado mercado invernal se produjeron los retornos de Edgar Méndez o Víctor Camarasa. En otras ocasiones, como los diversos intentos protagonizados por Marcos Llorente o Munir El Haddadi, no hubo éxito, pero desde Mendizorroza esos perfiles son seguidos muy de cerca.
Dentro de ese grupo se encuentra un Alfonso Pedraza que dejó un sabor de boca excepcional en su paso por Vitoria, pero que en las dos últimas temporadas no ha conseguido asentarse. Parecía que iba a ser indiscutible en su club de formación, el Villarreal, pero tras una temporada los castellonenses lo cedieron al Betis el pasado verano. En Sevilla ha vivido una temporada con muchos altibajos y los verdiblancos han decidido que no ejecutarán una opción de compra que ascendía a diez millones de euros, con cuatro más en variables.
El Villarreal ya le ha comunicado a Pedraza que no entra en los planes de futuro de Unai Emery y que tiene que encontrar acomodo y ahí se mantiene atento el Alavés, aunque se trata de una operación de una viabilidad muy complicada. Aunque al andaluz solo le queda un año de contrato, el Submarino Amarillo pretende conseguir una contraprestación económica reseñable que no está al alcance de las arcas vitorianas, a la que se habría de añadir el salario del jugador. Y si el precio del traspaso se reduce, la competencia por hacerse con sus servicios se incrementará de manera significativa.
En todo caso, se trata de una opción por la que podría realizarse una apuesta importante -Pedraza solo tiene 24 años- y a la que el Alavés permanecerá atento por si aparece su oportunidad.