vitoria - El próximo adversario del Deportivo Alavés, el rocoso Eibar de José Luis Mendilibar, se mueve esta temporada al ritmo que marca un menudo director de orquesta. Se trata, claro está, de Fabián Orellana. Pese a que el Real Madrid interrumpió el buen momento armero con su goleada (0-4) en Ipurua en el último compromiso antes del parón por los compromisos de las selecciones, lo cierto es que el combinado guipuzcoano se encontraba en plena escalada clasificatoria.
Una escapada hacia la zona tranquila -en la actualidad es decimoquinto con los mismos quince puntos que El Glorioso-, en la que el pequeño jugador chileno ha movido su batuta con actuaciones convincentes y decisivas. Unos recitales en los que aportó un gol y una asistencia que significaron sendos triunfos frente a Villarreal y Leganés y que le han convertido en una de las grandes sensaciones de las últimas jornadas de Primera.
El sudamericano, de tan solo 1,68 metros de altura, ha encontrado por fin la regularidad a sus cualidades futbolísticas, algo que no ha podido hacer en sus distintas etapas desde que llegó a la liga hace ya diez años. Altibajos, problemas con entrenadores, cuestionado por tener un carácter especial, está acabando por demostrar este curso su auténtica valía. José Luis Mendilibar ha sabido conducirle y el de San Joaquín está respondiendo a plena satisfacción.
El técnico azulgrana lo define como “un ratón verde colorado” porque “no sabes cómo pillarlo”. Además, ofreció otra clave importante. “Le tienes que entender, porque si no lo comprendes te manda a tomar por saco y lo pierdes. Nos da mucho”, apuntó. Es indispensable en el esquema del guipuzcoano, en su proyecto de fútbol valiente y ambicioso, de constante presión sobre el rival, y ahí es donde comienza la labor impagable de Orellana, sin el balón en los pies. Luego, con la posesión del esférico se está convirtiendo en desequilibrante.
Su tanto contra el Villarreal y su asistencia a Kike García para ganar en Leganés son la confirmación de su magnífico momento, de su estado de gracia. Ya fue protagonista del despegue eibarrés con anterioridad al liderar la remontada frente a un Sevilla que llegaba lanzado a Ipurua en la sexta jornada y que incluso se situó con un 0-2 a favor. Hasta acabó con su mala racha de no marcar en dos encuentros seguidos que le perseguía desde 2016 al anotar también contra el Celta.
El chileno no solo marca -lleva ya cuatro tantos-, sino que decide en los metros de la verdad. Tanto es así que ya ha repartido cuatro pases de gol y se ha situado en la cabeza de esta estadística tras trece jornadas disputadas, igualado con el argentino Leo Messi, la gran figura del campeonato, Mikel Oyarzabal, Rodrigo Moreno, Capa, Banega, Carvajal y Santi Cazorla.
El conjunto guipuzcoano empezó la temporada con una derrota por 2-1 contra el recién ascendido Mallorca y no fue hasta la sexta jornada cuando consiguió salir de los puestos de descenso. Desde ahí, con Orellana en el foco, ha ascendido paulatinamente hasta situarse decimoquinto, con seis puntos de margen respecto al Celta, que marca el descenso.
Con un total de 242 partidos jugados en La Liga -los mismos que Claudio Bravo, con quien lidera esta clasificación en lo que a chilenos hace referencia- y 40 asistencias, Fabián Orellana se ha convertido en un jugador sólido y eficaz. Es el quinto futbolista nacido en este país sudamericano con más goles en la Primera División española, con un total de 32 dianas a lo largo de su trayectoria, solamente por detrás de Iván Zamorano (98), Alexis Sánchez (39), Jorge Contreras (37) y Paco Molina (33).
El jugador llegó cedido del Udinese Italiano al Xerez en la temporada 2009-10, que le dio la oportunidad de poder debutar en Primera con tan solo 23 años. En el verano de 2010 lo cedió al Granada, donde fue titular y uno de los máximos goleadores del equipo, con el que fue uno de los principales protagonistas en su ascenso a la Liga de las estrellas. Un año más tarde, llegó al Celta, en el que jugó un total de 33 partidos, repartió once asistencias y consiguió 13 goles para ascender de nuevo a Primera.
Tras volver al Granada y al final de nuevo retornar al Celta, su etapa en el club vigués acabó por la puerta de atrás al ser apartado del equipo por el técnico argentino Eduardo Berizzo. Para su fortuna encontró la salida de la cesión al Valencia, con el que debutó precisamente en febrero de 2017 contra su actual equipo, el Eibar. Su etapa en el cuadro che no fue tampoco nada fructífera y la llegada al banquillo de Marcelino García Toral significó su marcha al Eibar, donde parece definitivamente asentado y donde ha encontrado la auténtica regularidad. El versátil centrocampista es uno de los jugadores más importantes de Mendilíbar, ya que ha sido titular en los trece encuentros disputados con un total de 1.099 minutos.
En la selección, pese a haber participado en 41 encuentros, su aportación ha sido irregular. Nunca ha tenido el cartel de indiscutible, aunque en su palmarés figura la Copa del Centenario disputada en Estados Unidos.