Vitoria - Una de las situaciones más delicadas que el Deportivo Alavés tiene entre manos en estos momentos es la que se refiere a la ilegalización a la que se encuentra sometida Iraultza 1921 desde que a finales del pasado año la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte incluyese a la peña albiazul en el lote de grupos ultras de riesgo y procediese a su ilegalización, prohibiendo la exhibición de sus símbolos y enseñas dentro de los estadios. Después de muchos meses recibiendo propuestas de sanción y tras algunas intervenciones de la Ertzaintza, Iraultza 1921 decidió cesar en su actividad a principios de abril y, a partir de ese momento, el club se volcó en la situación para tratar de recuperar a su núcleo de aficionados más animoso y tratar de revertir la situación creada. Tras diversas reuniones con varias de las máximas instancias alavesistas representadas -el presidente Alfonso Fernández de Trocóniz se ha puesto a la cabeza, acompañado por el consejero encargado de la relación con los aficionados, Xabi Ruiz, y del director general institucional, Jesús Vázquez-, los rectores albiazules se comprometieron a dar pasos para revertir la actual situación de ilegalidad, algo que se espera conseguir ya de cara a la próxima temporada al considerar que se está a punto de cumplir con los preceptos que exige Antiviolencia para el regreso a la normalidad del colectivo.

Tras las primeras reuniones mantenidas, se señaló que un precepto fundamental era terminar con las propuestas de sanción que tras cada partido en Mendizorroza se le acumulaban al club al seguir exhibiendo Iraultza 1921 sus símbolos dentro del estadio meses después de su inclusión dentro del grupo de peña ultras de riesgo. En esas citas se aseguró que, según los precedentes de este tipo en Antiviolencia, si se encadenan cinco partidos consecutivos sin que se produzcan incidentes denunciables el organismo inicia los trámites para devolver a la legalidad a las peñas a las que anteriormente ha señalado como potencialmente peligrosas. De ahí el paso adelante dado por Iraultza cuando el pasado 27 de abril anunció su regreso a la actividad con la retirada momentánea de la pancarta con su nombre del fondo de Polideportivo.

La peña permaneció inactiva en los encuentros contra Leganés, Valladolid y Barcelona y en el último derbi contra la Real Sociedad tampoco se produjo ninguna acción de las que se consideran punibles, por lo que en las próximas horas no se espera propuesta alguna de sanción por parte de Antiviolencia, lo que en la terminología se denomina expediente en blanco. Si contra el Girona en la última jornada liguera se mantiene, como se prevé, esta tendencia, se habrán alcanzado los cinco encuentros con expedientes en blanco y, a partir de ese momento, se entiende que se podrían comenzar a dar pasos para revertir la actual situación de ilegalidad del grupo.

Compás de espera Desde el club se han estudiado casos precedentes -los de Hinchas Malaka (Málaga) y Bukaneros (Rayo Vallecano), principalmente- y entienden que esta acumulación de cinco expedientes en blanco consecutivos es un argumento que desde Antiviolencia se ha utilizado para quitar el sambenito de grupo de riesgo a alguna de las peñas a las que anteriormente había ilegalizado, por lo que tras el partido que cierra el curso ante el Girona se comenzarán a dar pasos ante el organismo para que Iraultza 1921 pueda volver a animar con normalidad y a exhibir sus símbolos dentro de los estadios.

Desde la peña se aguardan esas actuaciones con cierta inquietud, ya que no es la primera vez que se emprenden movimientos de este tipo o que se reciben promesas que finalmente no han visto cumplidas. De momento, han aceptado el requerimiento de retirar sus símbolos de Mendizorroza para cumplir con esa exigencia de permanecer durante cinco partidos sin propuestas de sanción por su exhibición y se espera que en próximas fechas la ilegalidad sea revocada para poder planificar la nueva campaña con normalidad.