vitoria - La pasada semana se notificó a Iraultza 1921 que formaba parte de una lista de aficiones conflictivas investigadas por la Comisión de Antiviolencia por ser merecedoras de sanción al haber incumplido la Ley 19/2007. Se les denunció por ello, obligándoles a no poder exponer en Mendi ni en ningún campo, pancartas, banderas, símbolos o sudaderas donde pusiera su nombre -ya sucedió en el partido que jugaron en Girona donde la 21 no estuvo presente-.

Ante semejante “atropello”, la grada de Arabako Garrasia no se calló. Tenían pensado exponer un tifo -previo a la sanción- donde protestarían ante Javier Tebas, presidente de LaLiga, por haber puesto los derbis ante el Athletic y la Real entre semana o cualquier otro encuentro, situación ante la que quisieron mostrar su disconformidad. Realizaron un espectacular tifo de 20 metros de altura y 30 de anchura en el que se podía leer Apaga la TV, salva el fútbol. No se quedaron ahí y a ese le siguió otro, únicamente con letras, donde se podía leer El fútbol es de las aficiones y no de las televisiones. La reivindicación tuvo su apoyo en muchos puntos del Estado, donde se expresó la disconformidad a jugar lunes o viernes partidos de LaLiga.

Sin embargo, para los aficionados albiazules, incansables desde que comenzaran a seguir (como Iraultza 1921) al Alavés cuando el club “nadaba en el fango de la Segunda B”, tenían que reivindicar, de alguna manera, su reciente ilegalización. Para ello, tomaron la decisión de no ocupar sus asientos y permanecer en los vomitorios del estadio durante los primeros cinco minutos de encuentro, haciendo una huelga a la japonesa. La grada respondió y en el periodo estipulado únicamente se vieron desplegados los tifos. Fue una demostración más del amor hacía el Alavés y el fútbol por parte de los seguidores a base, primero, de espectaculares tifos y, después, con cñanticos, saltos y aliento a unos jugadores que lo dieron todo en el derbi ante el Athletic. No dejaron a nadie indiferente y los aludidos vieron el mensaje mandado de una afición ejemplar, asegurando que “el fútbol es únicamente de las aficiones y no de las televisiones”.

creación del fútbol y primer ‘tifo’ El fútbol, tal y como se conoce hoy en día, comenzó a forjarse a finales del siglo XIX en Inglaterra. Mientras que el primer intento de establecer unas reglas básicas fue en 1848 en Cambridge, donde se decidió la exclusividad de usar únicamente los pies -recordar que en sus inicios el fútbol nació de una excisión en los colegios británicos que querían modificar las reglas del rugby-, jugar con dos postes verticales y una cinta que los unía -creando una especie de portería- teniendo que meter el balón por debajo o la creación del fuera de juego similar al actual.

A este primer intento le siguió un segundo, entre 1857-78, denominado el Código Sheffield que aportaría muchas de las normas del actual fútbol moderno. Se establecieron casi todas las conocidas reglas básicas, como el travesaño en vez de la cinta, los saques de esquina o los tiros libres. A pesar de todo, siempre se ha dicho que el fútbol, como tal, nació en 1863 cuando The Football Association -máximo organismo del fútbol en Inglaterra- se juntó por primera vez de la mano de su fundador, Cobb Morley. Fueron cerca de seis reuniones con doce clubes de distintas escuelas londinenses en el Freemason´s Tavern -bar en el centro de Londres que sigue existiendo- con el objetivo de crear unas reglas universales para el fútbol.

De aquellas charlas nacieron las normas del hoy conocido como deporte rey basadas en el Código de Cambridge que hicieron que, poco a poco, este nuevo deporte se expandiera más haya de Inglaterra. Vinieron los primeros partidos y ligas que fueron ganando cada vez más expectación. A principios del siglo XX se llenaban los estadios pero las gradas no gozaban de colorido y estaban faltos de cánticos e hinchas. El balompié empezó a expandirse por Europa, primero, para pasar a otros continentes después. Pasaron los años y, poco a poco, comenzaron a crearse distintas aficiones que con el paso del tiempo fueron mostrando más entrega desde las gradas.

Con esto, entre la década de los 60-70 con la creación de la Fossa dei Leoni, primer grupo ultra de seguidores del Milán en Italia, nacieron los primeros tifos. Etimológicamente, la palabra es italiana y se refiere a los seguidores de un equipo a los que en conjunto se les conoce como tifosis. En definitiva, son los responsables de alentar a los equipos con sus cánticos y de llenar de colorido los estadios de todo el mundo hoy en día. En principio podían tener connotaciones negativas e incluso violentas pero con el paso del tiempo se han convertido en seguidores ejemplares.

Hoy en día se le denomina tifo a las pancartas que los seguidores de los equipos llevan a los estadios. Normalmente, se crean para partidos importantes como derbis, para momentos históricos o por algún tipo de reivindicación. La elaboración la hacen de manera exclusiva los aficionados en los bajos de los estadios, aunque en alguna ocasión se encargan a empresas que se dedican a ello como Molcaworld en Valencia o a artistas como el argentino Pepe Perretta. Éste último atesora cerca de 100 tifos hechos para distintos clubes de Argentina, Uruguay, Brasil... y desde hace poco está trabajando con clubes de Europa.

Para su creación se utilizan hojas de papel o plástico, banderas o pancartas, confetis, globos, bufandas, aerógrafos, pintura, entre otros materiales. En caso de que sean los propios aficionados los que lo hagan, son muchos los que forman parte de la elaboración y durante un largo tiempo. Desde el diseño del tifo y su elaboración hasta llevarlo al estadio. Al principio de cada temporada se deciden unos partidos determinados para exponer las obras de arte que con tanto esfuerzo, dedicación y cariño crean, aunque siempre están abiertos a realizar más.

Entre los referentes a nivel europeo están Borussia de Dortmund, Galatasaray, Inter de Milán o Legia de Varsovia, que al igual que los turcos acompañan con bengalas sus obras. En Argentina o Brasil está también muy expandido y en países como Tailandia se crean tifos extraordinarios. Sin embargo, en LaLiga uno de los referentes en lo que animar se refiere, en las buenas, como ahora, o en las malas, como en los descensos, es el Deportivo Alavés de la mano de Iraultza 1921, el grupo encargado de animar y empujar tanto a los jugadores como a los demás seguidores del campo a la hora de animar de manera incansable al Glorioso.