vitoria - Cuando uno tiene a sus espaldas una trayectoria como la de Ronaldo Nazario resulta prácticamente imposible hacer nada sin que de inmediato adquiera una trascendencia mundial. Algo a lo que el astro brasileño, evidentemente, está acostumbrado desde hace tiempo. Sin embargo, en los últimos tiempos sus movimientos le han llevado a relacionarse con un ecosistema muy diferente que, de manera inevitable, ha sido totalmente alterado.

Se trata, claro está, del rival de esta tarde del Deportivo Alavés y la ciudad en la que se ubica. Porque desde que se hizo público que El Fenómeno había adquirido el 51 por ciento de las acciones de la entidad blanquivioleta para pasar a ser su propietario y gestor -de manera indirecta, eso sí- no ha habido ni un solo día en el que el club castellano y su entorno no hayan sido foco de interés.

El paso de Ronaldo por la ciudad castellana está siendo espectacular en repercusión social pero únicamente el paso del tiempo dirá si también reporta los mismos efectos en los terrenos deportivo y económico. La primera oportunidad para comprobarlo será el duelo de esta tarde frente al Deportivo Alavés, que será presidido ya desde el palco por el goleador brasileño. El exfutbolista parece empeñado en estos primeros días de su nueva etapa empresarial en demostrar que es algo más que un simple reclamo y que no se va a limitar a ejercer de figura decorativo. De este modo ayer mismo estuvo presente en el último entrenamiento del combinado de Sergio González y después presenció un encuentro de uno de los equipos de las categorías inferiores pucelanas.

Ganas por ahora no le faltan y, de entrada, ya ha logrado el primer objetivo. “Desde que ha llegado ha puesto al equipo y a la ciudad en órbita”, confesaba esta misma semana uno de los pesos pesados del vestuario.