Vitoria - Desde primera hora de la mañana y prácticamente hasta que quedaban treinta minutos para el comienzo del derbi, los aledaños de Mendizorroza se convirtieron en un auténtico hervidero salpicado por los colores azules y blancos del Deportivo Alavés, aderezados también por esos tonos idénticos de los seguidores de la Real Sociedad que también quisieron sumarse a esa gran fiesta de exaltación del sentimiento albiazul que supuso la tercera edición del Beti Alavés Jaialdia. De nuevo, un día para el recuerdo de la afición de El Glorioso, ya fuesen pequeños o mayores. Y es que, en la sensacional fiesta organizada por Iraultza 1921 -no queda otra que aplaudirles de nuevo por la iniciativa y el esfuerzo- hubo espacio para todos los que llevan el escudo del Alavés por dentro de la camiseta.

Las primeras horas de la matinal fueron para los que están llamados a recoger en un futuro la bandera del alavesismo. Los hijos de Dortmund son hoy la sangre fresca en las siempre palpitantes gradas de Mendizorroza y quienes hoy apenas cuentan con unos pocos años serán los que heredarán esos asientos más calientes dentro de algunos lustros. Lo que es evidente es que el sentimiento albiazul vive su mejor momento, con la ciudad de nuevo teñida de camisetas como nunca antes se recordaba.

Homenaje a los fallecidos Los más pequeños se divertían con los hinchables, el frontón portátil, Gargantúa, la exhibición de trialsin, los herri kirolak, los derbis de videojuegos -curiosamente, siempre ganaba el Alavés- o el 3x3, mientras que los nostálgicos del motor se quedaban maravillados con la exposición de Scooters, una de ellas tuneada al más puro estilo alavesista y que captó la atención de todos los teléfonos móviles. Como también interés despertó el taller de cerveza artesana Saltus, del que alguno se fue con las ganas de repetir el experimento en casa. También la muestra fotográfica de Iraultza impactó, tanto las imágenes que recogían las más impresionantes pancartas murales confeccionadas por el grupo, como el espacio en el que se recogían los diversos sucesos y el acoso que el colectivo ha sufrido recientemente.

A mediodía llegó el turno del momento institucional de la jornada con la inauguración de los nuevos murales de Fill in Culture que ya decoran las puertas de acceso al Fondo de Cervantes y en el que figuran Alfredo Donnay con su himno del Alavés, el fallecido Txutxi Aranguren y Mané. “Es de agradecer que se acuerden de uno, aunque no sé si hemos hecho los méritos suficientes para estar aquí. Hay gente muy relevante en la historia del club a los que no les tocó vivir las mejores épocas, pero tienen el mismo valor. Yo soy un poco la cara, la representación de muchos de los que vivimos aquella época”, señaló el técnico de Balmaseda, quien fue el encargado de cortar la cinta inaugural acompañado por el presidente, Alfonso Fernández de Trocóniz, y los jugadores Víctor Laguardia y Héctor Hernández.

También fue ese el momento elegido para el Beti gurekin omenaldia, la ceremonia de recuerdo a los alavesistas fallecidos. Al ritmo del txistu y del tamboril, los acordes del aurresku y del himno alavesista sonaron en sentido homenaje a La Paca, Compa, Aranguren, Donnay, Rosi, Baqueicoa, Trujo, Txonito, Eider y el joven Hugo.

A todo ritmo El recuerdo dio paso a la actividad febril en el frontón con un derbi pelotazale para abrir boca antes de que bajo la grada Arabako Garrasia quienes aguantaron toda la jornada a pie de Mendizorroza se disfrutase de una comida popular con un millar de raciones de patatas con chorizo. Eso sí, hubo quienes prefirieron entonces cambiar de ambiente para escalar a la almendra medieval, donde los derbis son sinónimo de colorido y fiesta. El recorrido por la calle Kutxi se convirtió de nuevo en un paseo de confraternización entre aficiones al compás de buena bebida y mejor comida, recordándose unos y otros que, rivalidad al margen, estas visitas entre vecinos son lo mejor del fútbol. Y que duren muchos años.

Satisfechos los estómagos, el alavesismo al completo se juntó de nuevo a los pies de Mendizorroza para vibrar al ritmo de la música de Potato y el Glorioso Gu Gara Showcase, con Fox, Goiza, Puto Tito, Same, Fish, Markes, Rubén Sánchez y DJ Loro antes de dejar sitio al balón en una nueva jornada para el recuerdo de todo el alavesismo.