Vitoria - El Deportivo Alavés extirpó ayer de su cutis algunos de esos puntos negros que venían afeando, aunque ligeramente, su excepcional transitar por la Primera División. Los encuentros en Mendizorroza se habían convertido en una auténtica tortura para un equipo que se mostraba incapaz de regalar victorias a una grada que apoya como ninguna otra en esta competición. Esa sensación de ponerlo todo sobre el verde para acabar por no verse recompensado con los tres puntos había sucedido ya en demasiadas ocasiones en el Paseo de Cervantes. Y a punto estuvo de repetirse de nuevo ayer. Para que el final no fuese el mismo de casi siempre, hubo de mediar la primera remontada que El Glorioso firma en la presente campaña, que sirvió para conseguir el tercer triunfo en Mendizorroza y también para encadenar por primera vez dos victorias consecutivas que dejan ya sentenciada la permanencia y permiten, de paso, seguir aspirando a la pelea por colarse en curso venidero en la Liga Europa.

Hasta ayer, en siete ocasiones había empezado el Alavés sus encuentros por debajo en el marcador, seis de ellas se saldaron al final con derrota (Valencia, Sevilla, Real Sociedad, Espanyol, Celta y Barcelona), mientras que solo en una de ellas, en la jornada inaugural contra el Atlético de Madrid, consiguió rescatar después un punto. Ante el Valencia, la vuelta a la tortilla se completó y los albiazules sumaron su tercer triunfo liguero en casa -donde acumula ya 15 puntos, por los 18 como visitante- tras los obtenidos anteriormente contra Granada y Betis en la primera vuelta.

También había fracasado el equipo de Mauricio Pellegrino a la hora de ganar en las seis ocasiones anteriores en las que venía de sumar un triunfo. Se resistía el encadenado de seis puntos consecutivos. Y lo hacía en la máxima categoría desde la campaña 2001-02. El conjunto vitoriano pudo también romper esta particular maldición arrastrada durante más de quince años.

El miércoles, los albiazules buscarán una nueva vuelta de tuerca en la visita al Granada, donde quieren dar otro salto en la clasificación.