Vitoria - Decía Facundo Guichón el pasado miércoles en su presentación como refuerzo del Alavés que después de una semana muy dura en el plano físico al equipo le tocaba ahora “agarrar más el balón” y también decía que “las piernas ya estaban un tanto fatigadas” del exigente trabajo físico, lo que explicaría la falta de frescura en el decepcionante amistoso del día anterior ante el Toulouse en su puesta de largo en Mendizorroza. Se equivocó el uruguayo. No solo no hubo descanso sino que el cuerpo técnico decidió ayer continuar castigando a la plantilla con otra nueva paliza física que, al menos, discurrió por un paraje singular, lo que a efectos de la psicología de un futbolista suele ayudar bastante. Ya se sabe, la incertidumbre ante lo desconocido... Porque si hace unos días la planificación prevista por José Ignacio Fernández y Javier Vidal, segundo de Bordalás y preparador físico, respectivamente, ya había traslado a los jugadores a hacer series de velocidad en desnivel en las campas de Armentia, ayer el escenario elegido para hacer lo mismo fue el Bosque de Armentia y la zona de Esquibel, donde la intensidad marcó el trabajo desde primera hora de la mañana. Antes, en Ibaia, la plantilla llevó a cabo un pequeño calentamiento para desplazarse después hasta este tranquilo lugar en las faldas del castillo de Gometxa y completar unas exigentes series de velocidad y resistencia. “Sufrir ahora para disfrutar después”, se animaba continuamente a los jugadores en pleno esfuerzo, conscientes en ese momento que al menos lo mejor del día estaba por llegar. Y así fue. Tras ese primer tramo físico, el equipo regresó a Ibaia y el balón ganó protagonismo. Primero fueron unos sencillos ejercicios de movimiento de pelota y remate para después celebrar un partidillo en un campo de dimensiones reducidas donde la presión y los dos toques marcaron el ritmo. En la sesión de ayer no participaron Juli, Sergio Llamas y Manu Barreiro, que continúan con el trabajo de recuperación de sus respectivas lesiones. Por su parte, sí estuvieron presentes los jugadores del filial Quesada, Ion Aranda y Asier Benito. El equipo entrenará hoy en doble sesión. Por la mañana en Ibaia (9.30 y abierto) y por la tarde en Mendizorroza a partir de las 18.30 (cerrado).
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