Vitoria - La andadura de Borja Viguera en el Deportivo Alavés ya ha tocado a su fin para comenzar un periple de tres años en el Athletic y no ha podido ser mejor la trayectoria del riojano en el equipo vitoriano. Tras dos temporadas en las que el rendimiento sobre los terrenos de juego ha sido extraordinario a nivel personal siendo clave tanto en el ascenso como en la permanencia, el pichichi de Segunda División abandona la entidad del Paseo de Cervantes dejando en la caja registradora el millón de euros que figuraba en la cláusula de rescisión de un contrato que aún tenía un año más de duración. Viguera ha permitido con su juego que El Glorioso crezca a lo largo de los dos últimos años y de cara al futuro el dinero que llegará del Athletic permitirá confeccionar un proyecto más ambicioso y también contar con recursos para que el club mejore en su estructura. Negocio perfecto el que ha hecho el Alavés con el riojano, tanto dentro como fuera del campo.
La jornada de ayer sirvió para confirmar una noticias que llevaba meses cocinada. Solo faltaba darle forma definitiva al acuerdo entre los clubes, ya que el pacto entre el Athletic y el atacante riojano llevaba tiempo apalabrado. Viguera firmará un contrato por tres temporadas que le vinculará al Athletic hasta el 30 de junio de 2017 y el club bilbaíno pagará un millón de euros en concepto de traspaso. Y es que aunque el acuerdo entre club de destino y futbolista estaba pactado desde hacía tiempo, la presencia de otros equipos interesados en su contratación ha obligado a la entidad presidida por Josu Urrutia a acelerar para dar forma definitiva al que es su primer fichaje de cara al curso venidero.
Real Sociedad, Málaga y Levante se habían interesado en las últimas horas por la situación de Viguera y no era cuestión de que el Athletic dejase escapar a un futbolista que viene de hacerlo de maravilla y que presenta un coste asequible para las arcas rojiblancas. Por eso los pasos se han acelerado en las últimas horas. Tanto que el jugador pasó ayer reconocimiento médico en Bilbao y hoy será presentado tras haber alcanzado ambos clubes un acuerdo para que así sea.
Pero, además de la importante inyección económica que dejará en las arcas alavesistas, en el plano social la figura de Viguera también ha servido para volver a tender puentes entre Mendizorroza y San Mamés. La relación se tensó hasta el límite el pasado verano -convenio con el Aurrera y negativa de ceder a Albizua- y acabó rompiéndose unilateralmente desde el lado vitoriano, pero ahora el interés de ambas partes de concretar esta operación ha servido para, en parte, olvidar diferencias pasadas y tiene que servir para que los lazos de futuro solidifiquen de manera clara.
El Athletic abonará el millón de euros que figura en la cláusula de rescisión de Viguera, pero lo hará tras alcanzar un acuerdo con la entidad alavesista. Este primer paso dado debería aprovecharse de cara a futuro por la entidad del Paseo de Cervantes. Ya el pasado verano se llamó a las puertas del presidente Urrutia en busca de varias cesiones, pero sin recibir respuesta positiva alguna. Ni mucho menos. El tema de Albizua se enquistó de tal manera que generó un gran enfado en Vitoria, expresado en las propias palabras de Javier Zubillaga.
Tras el acuerdo alcanzado ayer, desde el Alavés se espera a partir de ahora una mayor receptividad por parte del vecino bilbaíno. No en vano, un buen puñado de futbolistas criados en Lezama presentan un perfil muy interesante para el nuevo proyecto alavesista. El primer paso está dado con un traspaso de Viguera que se ha convertido en un excelente negocio.