Sabadell - Borja Viguera parece vivir empeñado en mejorar cada fin de semana unos registros que ya de por sí resultan magníficos. El día que el riojano, seguramente el próximo verano, abandone el Deportivo Alavés, pasará directamente a ser recordado como uno de los mejores jugadores que este club ha tenido en su historia. Mientras tanto, se dedica a seguir escribiendo páginas de esa particular leyenda con letras doradas. Pocas eran las hazañas que le quedaban por rubricar al héroe del ascenso a Segunda División, pero su temporada en la categoría de plata está siendo tan colosal que ya casi cualquier cosa se puede esperar. Y eso ocurrió ayer, que el 10 albiazul se sacó de la chistera una actuación asombrosa firmando por primera vez en su carrera tres goles -el primero de ellos a los 20 segundos, uno de los más tempraneros en la historia alavesista-, dejando en evidencia a la zaga del Sabadell y poniéndose de nuevo al frente de la tabla de goleadores con sus 18 dianas, ahora con dos de ventaja sobre el sportinguista Scepovic. Definitivamente, Viguera se ha instalado en la excelencia. Y por lo que parece no está dispuesto a abandonarla.
Tras unas cuantas jornadas en las que había acusado la soledad de encontrarse arriba como una isla con el resto del equipo centrado en labores defensivas, en los dos últimos partidos el riojano ha recuperado socios en la vanguardia. Sobre todo un Ion Vélez con el que se entiende de maravilla. La conexión funcionó ayer una y otra vez para machacar a un Sabadell incapaz de contener el ataque desbocado de estos dos futbolistas.
Dos asistencias del navarro y dos goles del riojano. En apenas once minutos, el partido encarrilado. Una volea espectacular y una sutil definición en el mano a mano. Dos nuevos tantos. Y, para acabar de rubricar la primera parte, el genio albiazul forzó la roja directa de Crespí, al que ya desbordaba cuando echó la mano al balón para frenar una nueva cabalgada.
Con esa ventaja, y partiendo siempre desde el centro del campo para romper el fuera de juego, Viguera puso en jaque una y otra vez al Sabadell en la segunda parte. Una reina que se movía libre por todas las casillas. Hasta que otro alfil, Guzmán, firmó la internada definitiva. Magnánimo Viguera, que con todo para marcar firmó una de esas acciones que solo están al alcance de los mejores. Con dos defensas delante, dejó pasar el balón para que Vélez rematase a placer en el segundo palo. Un premio bien merecido.
Pero a partido tan brillante le faltaba la rúbrica, el punto culminante del que se hablará durante un tiempo seguramente largo. Tanto como tarde otro alavesista en marcar un nuevo triplete. El último databa de la temporada 2010-11, cuando Jito le metió tres al Peña Sport en un recordado 7-1. Los dos anteriores fueron obra de Nene (al Getafe en 2005-06) y Rubén Navarro (al Murcia en 2004-05). A partir de ahora, para hablar de último hat trick en albiazul habrá que recordar el nombre del excelso Viguera.
Visitante. Hasta Sabadell se acercó ayer Natxo González para ver la victoria del Deportivo Alavés en la Nova Creu Alta. El entrenador vitoriano, residente ahora en Reus, no perdió la oportunidad de ver a su equipo, lo mismo que el exalbiazul Agustín.