Vitoria. En una semana en la que las malas noticias desde la enfermería han vuelto a convertirse en una constante, la cara alegre en el seno del Deportivo Alavés es la de un Unai Medina que parece avanzar en el proceso de recuperación de la osteopatía de pubis que le mantiene apartado del equipo desde hace mes y medio. El vizcaíno ha comenzado a correr esta semana, lo que supone un paso adelante muy importante en el proceso de puesta a punto y abre de par en par la posibilidad de evitar el siempre complejo paso por el quirófano para restañar la dolencia, un trámite que llevaría asociados dos meses más de baja en la recuperación. De momento, esa opción de la cirugía queda de nuevo aparcada -se descartó en un primer momento cuando se conoció el alcance de la dolencia- ya que el tratamiento conservador que en las primeras semanas no dio el efecto deseado ha comenzado ya a dar resultados y el exjugador del Barakaldo ya ha comenzado a realizar un ejercicio un poco más intenso al haber remitido bastante el dolor que sentía en la zona afectada. Eso sí, en todo caso su regreso a los terrenos de juego no tiene todavía una fecha determinada. Primero habrá que comprobar que la evolución sigue siendo positiva y el dolor en la zona del pubis no reaparece y posteriormente tendrá que llegar el proceso de paulatina puesta a punto. En cualquier caso, y si todo marcha bien, unas cuantas semanas más en el dique seco, aunque el hecho de poder evitar la cirugía se contempla como algo muy positivo.

La osteopatía se caracteriza por un dolor que parte de la zona del pubis y se irradia a las ingles y a la cara interna de los muslos y que viene marcada anteriormente por dolencias en los aductores que después se trasladan a los abdominales. Precisamente, es la descompensación entre estos dos grupos musculares, que se insertan en el pubis, la que marca el comienzo de los dolores, que al principio suelen ser leves pero que se van incrementando con el paso del tiempo hasta que, como es el caso, la intensidad es tal que impide desarrollar con normalidad la actividad. En todo caso, no se trata de una lesión que surja de la noche a la mañana y es probable que las molestias en aductores y abdominales ya las arrastrase Medina desde hacía bastante tiempo y que puede venir marcada por desequilibrios físicos, malas prácticas de entrenamiento o un mal estado de los terrenos de juego y de entrenamiento.

cirugía si no hay más remedio Las primeras exploraciones a las que fue sometido el jugador, entre ellas una grammagrafía, que es la técnica más precisa para detectar dolencias de este tipo que no son demasiado habituales entre los profesionales del fútbol, sirvieron para comprobar que existía una alteración en el pubis. En ese primer momento, hace casi dos meses -el jugador comenzó a quedarse al margen del grupo tras el partido en Murcia el 15 de septiembre-, se optó por un tratamiento conservador -la cirugía se evita hasta que no queda otro remedio y el resto de opciones no surten efecto-, en el que se tratan de fortalecer los músculos en torno a la zona dañada, se aplica la fisioterapia y se trata de reeducar la musculatura mediante un plan de ejercicios personalizado que evite esa tensión que se genera en el pubis.

En las últimas semanas este tratamiento, mucho menos agresivo que la cirugía, ha comenzado a ofrecer efectos positivos y el dolor se ha visto considerablemente reducido. Habrá que seguir la evolución para saber si es ya de manera definitiva y si el método conservador le permite al lateral derecho volver al equipo sin necesidad de pasar por el quirófano.