pesE a las dudas generadas por las dos últimas derrotas consecutivas, el arranque de temporada que ha protagonizado el Deportivo Alavés iguala el mejor registro conseguido por el club vitoriano en sus cuatro temporadas de reciente andanza por la Segunda División B. Hace un par de cursos, en la campaña 2010-11, el equipo por entonces dirigido por Miguel Ángel Álvarez Tomé cosechó en las siete primeras jornadas los mismos quince puntos que en estos momentos ostentan los pupilos de Natxo González, aunque en aquel caso el casillero de derrotas se mantenía inmaculado y seguiría así hasta la novena jornada. Eso sí, aquel equipo entrenado por el técnico leonés, el único de los tres precedentes que ha alcanzado el play off, sucumbió a las primeras de cambio en la Copa del Rey, algo ya superado por el actual al haberse plantado en la tercera eliminatoria.
En cuestión de puntos, y quitando la nefasta pasada campaña, los arranques de curso albiazules han sido bastante buenos, aunque el culmen ha llegado en el presente con quince puntos que han servido, además, para ostentar el liderato del grupo desde la tercera jornada, una cuestión que no tiene parangón comparando años precedentes.
El único espejo en el que se refleja el actual proyecto albiazul es en el que hace dos temporadas tenía como cabeza visible en el banquillo a Álvarez Tomé. En la 2010-11, el Alavés empezó el curso a un ritmo machacador, con cuatro victorias y tres empates que le llevaron a alcanzar los quince puntos. Pese a ello, esa marca no le dio para ocupar el primer puesto tras siete jornadas (estaba a un punto de Gimnástica y Eibar), aunque lo ostentó tras tres compromisos. Al final de la primera vuelta ese equipo era colíder con 38 puntos, fue primero durante trece jornadas -ocho consecutivas en el arranque de la segunda vuelta-, manejó una renta de cinco puntos y acabó sufriendo para entrar en el play off como tercero, con 66 puntos y una segunda vuelta de solo 28, que es la peor de toda esta etapa.
Tampoco fueron malos los registros en el regreso a la categoría de bronce, en la 2009-10, con Javier Pereira en el banquillo. Catorce puntos en siete jornadas (coincidiendo la primera derrota, en Ferrol, justo en ese corte y con cuatro victorias y dos empates) fueron el balance de ese equipo, que a estas alturas marchaba tercero a tres puntos de la Ponferradina. Lo malo vino después, con la debacle en el tramo final de la primera vuelta (solo quince puntos en doce partidos), que no se pudo remediar con la reacción de la segunda y los 33 puntos que dejaron al equipo quinto tras caer en el último partido ante el Pontevedra, el rival directo.
Pero, sin duda, los peores registros datan del pasado curso, cuando el Alavés solo había conseguido nueve puntos tras siete jornadas y marchaba en la séptima posición después de haber ganado dos partidos, haber empatado tres y haber sufrido dos derrotas.