Vitoria. El Deportivo Alavés ya ha escogido a la figura predestinada a perforar las porterías rivales y erigirse en uno de sus bastiones ofensivos durante el curso venidero. La punta de ataque era hasta ayer la única demarcación huérfana de caras nuevas, pero Nacho González ya cuenta con el primer inquilino para culminar el trabajo del equipo en los últimos metros. El elegido ha sido Borja Viguera, un delantero de 25 años procedente de la Real Sociedad que, a tenor de su pasado en la máxima categoría del fútbol estatal, se convierte en uno de los fichajes más ilusionantes cerrados hasta la fecha por la entidad de Mendizorroza.
La secretaría técnica encabezada por Javier Zubillaga prosigue su intenso trabajo en los despachos para conformar una plantilla que devuelva la ilusión a una afición desencantada tras la última temporada y el nombre de Viguera es el primero de fuste que se suma a un colectivo que, salvo la portería y el pivote defensivo, se mantiene pendiente todavía de experimentar una amplia remodelación. El futbolista riojano aterriza en la capital alavesa con el fin de relanzar una carrera que en los últimos tiempos ha estado plagada de sinsabores.
Viguera ha desarrollado la práctica totalidad de su carrera en la Real Sociedad, actuando a caballo entre el filial y el primer equipo, aunque sus oportunidades para haber actuado en la élite se cuentan con los dedos de la mano. Su jornada de gloria tuvo lugar el 29 de agosto de 2010 cuando, a las órdenes de Martín Lasarte, protagonizó su debut en Primera en un encuentro disputado en Anoeta ante el Villarreal. Su paulatina pérdida de protagonismo en un grupo con enorme competencia (Joseba Llorente, Tamudo, Ifrán...) le obligó a buscarse acomodo en otros lugares en forma de cesiones.
El primero que le acogió fue el Nàstic en la temporada 2010-11, donde se hizo con un hueco fijo en el ataque hasta que una grave lesión en la rodilla derecha (rotura del ligamento cruzado) frustró sus evoluciones y le mantuvo en el dique seco la friolera de seis meses. El pasado verano renovó el préstamo con el conjunto de Tarragona tras efectuar la pretemporada con la Real. Su segunda aventura en tierras catalanas no resultó tan fructífera, y en enero fue cedido al Albacete, de Segunda B, donde tampoco gozó del protagonismo deseado. De ahí que ahora busque una estabilidad en Vitoria para acabar con su condición de nómada que le acompaña en los últimos tiempos.
otros interesados Los informes recabados por Zubillaga hablan de un delantero corpulento y dotado de una poderosa complexión física, lo que se destila por un torneo donde los estilistas no abundan en exceso. No en vano, aprovecha su altura -mide 1,84 metros- para ir bien por alto y competir con los fornidos defensas que anidan en una categoría áspera y en la que la calidad sobresale con cuentagotas. Se espera que Viguera, autor de 24 goles durante su ciclo como integrante txuriurdin, otorgue ese indispensable salto de calidad y mejore los registros conseguidos el pasado ejercicio por el trío compuesto por Azkorra, Geni y Jito.
En la carrera por su contratación, el Alavés no se encontraba solo. De hecho, el riojano ha sopesado hasta el último momento sendas ofertas del Eibar y Real Unión, que finalmente se han quedado con la miel en los labios. Con Viguera en nómina, el séptimo fichaje albiazul concretado hasta ahora, la plantilla ya cuenta con nueve efectivos y avanza hacia una recomposición a la que, sin embargo, le quedan numerosos episodios de aquí a la conclusión del mercado estival.