Vitoria. En la calculadora del Deportivo Alavés sólo existen dos teclas desde hace semanas. Una es la de sumar y la otra la del 3. Ganar para añadir tres nuevos puntos al casillero y después esperar un nuevo tropiezo del Amorebieta a domicilio para estrechar definitivamente el cerco sobre el conjunto vizcaíno y dejar la diferencia en menos de un partido de distancia. Jornada clave en ese doble sentido, ya que de no producirse la conjunción de estos dos factores el ahora hipotético sueño de alcanzar el play off quedaría desterrado casi de manera definitiva. La esperanza es lo único que se pierde, pero para no extraviarla para siempre el equipo de José Carlos Granero tiene la obligación innegociable de conseguir los tres puntos en El Plantío.

Para alcanzar dicho objetivo prioritario el cuadro albiazul tiene que sobreponerse a sus propios problemas. A la plaga de lesiones que le ha dejado en cuadro, a su dificultad para encadenar un par de victorias consecutivas, a su mala racha como visitante o a su paupérrimo juego. Es difícil encontrar muchas cosas más en contra de los intereses alavesistas, pero incluso con todas estas rémoras a sus espaldas tiene opciones de alcanzar su fin. O al menos de seguir porfiando por lograrlo en las jornadas que todavía quedan por delante.

Llega el cuadro alavesista a la cita con tantos o más problemas que de costumbre. La plaga de lesiones que tantos inconvenientes está generando a lo largo de la temporada se ha cebado especialmente esta semana con los jugadores albiazules. Tal ha sido su magnitud que Granero se ha visto obligado a última hora de rescatar a un jugador como Sendoa, que el mismo viernes estaba descartado después de no haberse ejercitado durante los últimos días con sus compañeros. El vizcaíno, si pasa la última prueba médica satisfactoriamente, se sentará en el banquillo para guardar alguna alternativa ofensiva en el caso de que el partido se ponga cuesta arriba.

Quienes se quedan en casa son tres puntales como Rangel, Luis Prieto o Azkorra. La ausencia del primero le otorga la oportunidad de debutar a Alex Sánchez, inédito en lo que va de curso y que tendrá la responsabilidad de guarnecer los tres palos en El Plantío. La baja del central será cubierta, casi con total seguridad, por Aridane, mientras que en la punta de ataque actuará Jito, con Geni a su espalda. No se prevé que el preparador alavesista incluya más variantes en su once.

Rival desahuciado Lo bueno es que el cuadro albiazul se va a encontrar esta tarde, por segunda jornada consecutiva además, con un oponente que está hecho unos zorros y al que un solo punto aferra a la categoría. Ni el más optimista en todo Burgos es capaz de soñar siquiera con una permanencia que está imposible, pero no por ello va a dejar el equipo de Miguel Ángel Álvarez Tomé de ser competitivo. Ese es el sello de la casa con el leonés, pero tampoco cabe olvidar que el conjunto castellano está abajo por deméritos propios, con algunos errores propios de infantiles y una mala fortuna descomunal a lo largo de todo el año.

Pese a ello, y a que el ambiente en El Plantío no será para nada favorable al equipo local, sabe por experiencia propia el Alavés que no puede fiarse ni un pelo de su oponente. A estas alturas de temporada lo descabellado puede acabar convirtiéndose en realidad y durante media hora larga ya sufrió lo suyo el conjunto vitoriano en su último compromiso contra un Lemona que estaba igual o peor que el Burgos.

Así, pese a lo mermado de sus recursos, el equipo de Granero tiene que olvidarse de todas esas historias que no le competen para centrarse en conseguir esos tres puntos que le permitan mantenerse con vida y, con un poco de fortuna, una miaja más cerca del cuarto puesto. Juega El Glorioso también en Palencia, donde espera un nuevo tropiezo del Amorebieta que unido a la victoria propia le permita recortar la diferencia de cuatro puntos que en estos momentos refleja la clasificación para así encarar con algo más de opciones de entrar en el play off el último mes de una competición que se le está torciendo a los vitorianos cada vez más.