Vitoria. El Deportivo Alavés buscará mañana en Zubieta encadenar su segunda victoria consecutiva por primera vez en lo que va de temporada, tres puntos que le servirían al conjunto vitoriano para asentarse definitivamente en una posición de privilegio y como rearme anímico para unos partidos siguientes que se presentan extremadamente exigentes. Todo esto lo saben los pupilos de José Carlos Granero, aunque en el seno del vestuario albiazul se prefiere encarar este compromiso como si fuera uno más dentro de la competición, no como ese posible segundo eslabón de una cadena de victorias consecutivas que ya se necesita.

"Estamos en una semana más con el desafío de otro partido, tan importante como todos dada la dificultad que entraña esta categoría, y acudimos a Zubieta a por los tres puntos. No se le da vueltas al hecho de tener la posibilidad de sumar dos victorias consecutivas por primera vez. Solo se piensa en el partido que hay por delante. Ni más allá ni más atrás. No vemos que venimos de otra victoria, simplemente afrontamos el partido para ganar los tres puntos y otra semana que hay que ir a muerte", explicaba Alex Quintanilla a la conclusión del suave entrenamiento matinal de ayer en las instalaciones de Ibaia.

Como sus compañeros, el central bilbaíno apuesta por mantener en Zubieta el mismo nivel de intensidad mostrado en la última jornada ante Osasuna B: "El equipo salió muy enchufado, muy puesto y el partido se nos puso pronto de cara y eso nos vino muy bien para seguir apretando con la confianza de tener el marcador a favor".

Eso sí, en esta ocasión no ha existido toque de atención a su tropa por parte de Granero. Quintanilla no tiene dudas de que esa suspensión del entrenamiento no fue la causa que propició la mejoría del equipo y por eso confía en repetir buena actuación en Zubieta. "El equipo está lleno de gente profesional y a pesar de ese toque creo que el equipo siempre afronta los partidos de la mejor manera que sabe", aseguraba el vizcaíno.

Todo ello para afrontar un compromiso ante la Real Sociedad B que se presenta como un choque de doble filo. De talento no anda escaso el filial txuri urdin, pero el hecho de estar retrasado en la clasificación puede acabar pasándole factura y de eso pretende aprovecharse mañana el Alavés. "Es un filial y todos sabemos que este tipo de equipos siempre juegan bien el balón. Ya lo vimos con Osasuna en Mendizorroza. Les gusta salir con el balón jugado, pero también tiene los contras de un filial, como pueden ser la falta de experiencia y atrás los años te dan poso y saber estar en el campo", concluyó Quintanilla.