Vitoria. En las oficinas del Deportivo Alavés se trabaja a destajo para finiquitar cuanto antes toda la deuda concursal arrastrada. El objetivo de los nuevos mandatarios alavesistas es conseguir quitarse de encima cuanto antes ese importante contingente económico a través de acuerdos globales con los acreedores que les permitan cobrar antes del plazo de cinco años marcado a cambio de dejar de percibir un porcentaje del dinero que se les adeuda desde hace años.
Una vez que se ha conseguido finiquitar casi por completo el primer plazo del pago del concurso, que venció el pasado 19 de noviembre de 2010, las negociaciones de los mandatarios alavesistas se centran ahora en resolver cuanto antes el resto de pagos pendientes sin necesidad de atenerse a los plazos que se marcaron cuando se rubricó el convenio de acreedores y que sitúa en el próximo sábado la fecha límite para desembolsar el segundo contingente a los acreedores.
Ese pacto hablaba, una vez pagados los créditos privilegiados tras la firma del convenio, de cinco pagos anuales (2010, 2011, 2012, 2013 y 2014) de 2.150.046 euros, cifra que quedaba rebajada hasta la mitad al existir un acuerdo con la Diputación Foral de Álava, principal acreedora y que con anterioridad había propiciado el convenio adhiriéndose al mismo y renunciando a sus privilegios de cobro, primero a través del cobro en especie a cambio de los terrenos de Izarra y ahora a través de un crédito participativo de 5,9 millones de euros que saldará la deuda con la Hacienda foral.
Durante los mandatos de Fernando Ortiz de Zárate y Alfredo Ruiz de Gauna se fueron llegando a acuerdos puntuales para desembolsar por completo los pagos a algunos acreedores que renunciaron a parte de su deuda. A los dos anteriores presidentes les tocó, además, lidiar con las demandas de un importante contingente de acreedores que solicitó ante el Juzgado de lo Mercantil el incumplimiento del convenio por el impago de los créditos privilegiados, lo que hubiese supuesto la liquidación del club.
Fue la inversión realizada por el propietario del Grupo Bidasoa la que permitió satisfacer las demandas de los acreedores en los juzgados y ahora, cuando el próximo sábado se cumple el segundo plazo de pago, en la entidad del Paseo de Cervantes se tiene claro que no se van a repetir episodios de intranquilidad similares a los vividos en los últimos años.
Desde su llegada al club, la nueva directiva ha ido manteniendo contactos con los acreedores para intentar encontrar fórmulas que permitan resolver cuanto antes el pago de las deudas concursales. El objetivo de los mandatarios albiazules es conseguir reducir en parte ese gran contingente económico que se adeuda a cambio de ir adelantando tiempo en el calendario con pagos más tempranos.
Son muchos los acreedores que ya han trasladado su beneplácito a esta nueva fórmula que les obliga a renunciar a un poco más de dinero -con la quita ya perdieron el cincuenta por ciento- a cambio de no tener que esperar cinco años para ver saldada su actual deuda. En estos casos, en los que se lleva ya años esperando a cobrar lo que se les debe, se prefiere percibir cantidades más pequeñas a cambio de zanjar definitivamente una cuestión que ya viene de lejos.
Dentro de las propuestas que el club ha trasladado se encuentra la realizada a los dos grupos de exjugadores que suponen el mayor contingente económico de la deuda concursal. La cuestión en estos casos también es clara, cobrar menos a cambio de cobrar antes, y son muchos los que ya han transmitido a sus representantes legales su visto bueno a esta proposición, aunque otros consideran que ya han perdido bastante dinero a lo largo de todo este proceso y se oponen, de momento, a esta renegociación. Eso sí, ya sea con una fórmula o con otra, en el seno alavesista se considera que, a la espera del dinero de las instituciones, no va a haber problemas para solventar los pagos del concurso.