vitoria. Cerca de las dos del mediodía. Nochebuena de 2010. Una fecha ya de por sí emblemática pero que para el alavesismo adquiere una trascendencia especial tras lo sucedido en la sala de prensa de Mendizorroza. Después del plante de los pequeños accionistas veinticuatro horas antes, allí se desarrolló desde las once de la mañana y en segunda convocatoria la junta ordinaria y extraordinaria del Deportivo Alavés que, aproximadamente a esa hora, concluyó dando inicio al proceso que debe conducir a la salvación del Glorioso. Y es que en esa histórica asamblea que contó con la presencia del 71,78% de los títulos se dio luz verde de manera definitiva a la nueva ampliación de capital por valor de 2,5 millones de euros que está destinada a convertirse en la plataforma de aterrizaje perfecta para el grupo inversor que tome el relevo de la familia Ruiz de Gauna al frente del club y afronte la tarea de reflotar la entidad desde su preocupante estado actual.

Porque, considerando la crítica situación, lo sucedido en los últimos meses y las serias amenazas que se ciernen sobre el futuro inmediato del club, únicamente completando con éxito este proceso e inyectando liquidez a las maltrechas arcas del Paseo de Cervantes, contará el Deportivo Alavés con alguna posibilidad de seguir existiendo.

Así lo entendieron también mayoritariamente los asistentes a la junta. Con una presencia masiva -como requería la histórica ocasión- de los pequeños accionistas (149 estuvieron presentes físicamente y otros 573 delegaron su representación hasta completar el 71,78% del capital social), la propuesta de ampliación presentada por el consejo de administración albiazul se aprobó prácticamente por unanimidad (el 99,97% de los presentes votaron sí).

De esta manera, a partir de su publicación en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) -algo que podría suceder esta misma semana o, como muy tarde, los primeros días de enero-, comenzará la cuenta atrás para conocer la identidad de los nuevos gestores del club. Finalmente, después de que el colectivo Asiste o Delega renunciara a la posibilidad de votar las modificaciones que había logrado introducir en el orden del día de la junta, la ampliación se desarrollará tal y como la había planteado Alfredo Ruiz de Gauna. Así, comenzará con un periodo de un mes reservado exclusivamene a los actuales accionistas, que podrán ejercitar su derecho de suscripción preferente a razón de 1,4 títulos nuevos por cada uno antiguo.

Cesión de derechos Sin embargo, el presidente del club -en la que constituyó su única intervención pública en las más de dos horas de asamblea- insistió en que ni él ni su grupo tiene previsto acudir a esta ampliación y que, además, está dispuesto a ceder sus derechos a cualquier inversor que esté interesado en entrar en el club durante este primer mes. "No hay ningún problema para que quede reflejado en el acta", zanjó. Una medida que puede adoptar todo aquel poseedor de títulos que lo desee y que el colectivo Asiste o Delega instó a que sea llevada a cabo por todos los que no tengan previsto comprar más acciones y, especialmente, por los otros dos accionistas significativos de la entidad (Fernando Ortiz de Zárate y Gonzalo Antón) para acelerar en la medida de lo posible el traspaso de poderes. Si este mes inicial no fuese suficiente para completar la ampliación, el consejo queda facultado para abrir otro periodo -de dos meses de duración como máximo-, sin ninguna restricción ya, que podrá darse por concluido en el momento que se alcance la cifra de capitalización prevista.

Cuentas y presupuesto Al margen del punto estrella de la junta extraordinaria, que era la aprobación de la ampliación de capital, la ordinaria supuso anteriormente la validación de las cuentas de la temporada 2009-10 y del presupuesto previsto para el ejercicio 2010-11. En ambos puntos el acuerdo no fue ni mucho menos tan mayoritario como el conseguido para sacar adelante la ampliación y fueron aprobados con porcentajes de votos favorables inferiores al 60% y más del 40% de abstenciones. Además, en lo referente a la pasada campaña -que se cerró con un déficit de 1,3 millones de euros-, el actual consejo se desmarcó de la gestión del equipo de Ortiz de Zárate y le acusó de generar la mayor parte de los 3,3 millones de deuda postconcursal.