Salta a la vista su alegría.

Muchísimo y por el doble motivo de la victoria contra un rival tan complicado como el Logroñés y, además, porque pude contribuir a ese triunfo con dos goles.

Le sirve para desquitarse de un arranque de curso complicado por culpa de la lesión de pretemporada.

Estar tres semanas parado por el problema en el dedo me ha pasado factura porque los compañeros estaban a un ritmo mejor y he notado que me costaba. Ahora he empezado a coger el ritmo, el entrenador me ha dado confianza en dos partidos y las cosas me han salido bien.

Lo que queda claro es que en este equipo no se puede dormir nadie porque hay variedad de recursos.

Aquí el entrenador tiene muchas opciones y lo que tenemos que hacer todos es estar preparados para cuando nos llegue la oportunidad. Yo, por ejemplo, me sentí bien contra la Real Sociedad y después no jugué en Irun y otro caso puede ser el de Óscar Rico, que está siendo de lo mejor del equipo esta temporada y no jugó contra el Logroñés. Todo el mundo tiene que entrenar bien porque no sabes cuándo vas a tener que entrar.

Precisamente, en ese extremo derecho se ha encontrado con una gran competencia porque Joaquín Calderón ha arrancado a un gran nivel.

Ha estado espectacular y eso es bueno para todos, tanto a nivel individual como colectivo, porque la competencia nos beneficia a todos.

En sus dos apariciones su rendimiento no ha podido ser mejor.

Todos los días no van a salir igual, pero en estas dos oportunidades que me ha dado el entrenador me han salido buenos partidos. Esperemos que la cosa siga así y, sobre todo, que el equipo siga ganando.

Lo que parece difícil mantener es su racha goleadora. Tres goles en dos partidos...

Si quieres te lo firmo ya mismo, pero lo importante es el trabajo del grupo y, si lo mantenemos como hasta ahora, llegarán los buenos resultados individuales y colectivos.

El equipo se ha ensamblado muy rápido y los buenos resultados han llegado pronto.

Este buen arranque de curso es fruto del gran trabajo que el equipo ha hecho durante la pretemporada. La recompensa a todo ese esfuerzo se ve ahora en el campo. Si seguimos trabajando todos los días tan bien como hasta ahora, los resultados tienen que seguir llegando.

Ha sorprendido es su capacidad en los disparos lejanos.

Mucha gente me pregunta a ver de dónde saco tanta fuerza para darle al balón siendo tan pequeño. La verdad es que siempre he tenido este golpeo e intento sacarlo a relucir cuando es posible. En estos dos partidos, he tenido suerte porque no es fácil enganchar ese tipo de balones y, además, que acaben entrando.

Además de esta capacidad ofensiva, también ha demostrado que no es de los que se achica cuando toca esforzarse atrás.

Soy un jugador al que le gusta pelear y bregar porque luchando siempre llega la recompensa. En cualquier momento puedes recuperar un balón y sacar una buena jugada, así que hay que estar atento y presionar en todo momento. Es lo que nos pide el entrenador, presionar siempre desde arriba, y ya hemos demostrado que eso nos da buenos resultados.

En cuanto al estilo de juego del equipo, usted es uno de los grandes beneficiados por esa apuesta de jugar por las bandas.

El entrenador insiste mucho en la presión adelantada para que recuperemos balones arriba y después nos deja mucha libertad y esa apuesta por llegar por las bandas se ha demostrado que es buena.

Parece claro que este Alavés tiene el sello de equipo competitivo.

Si seguimos manteniendo la humildad y el trabajo, el equipo tiene que funcionar. El entrenador nos inculca en cada entrenamiento que tenemos que salir a presionar al rival desde arriba para que lo tenga difícil. Es lo que nos está dando puntos.

Puntos que en este arranque de temporada vienen muy bien para reforzar la moral y también como mensaje a los rivales.

El Alavés ya ha dicho que está ahí. Es una llamada de atención para los demás, que sepan desde ya que vamos a pelear por el play off.

También sirve este buen arranque para marcar distancias con respecto a otros teóricos favoritos.

Eso de los favoritismos hay que dejarlos a un lado porque en este grupo ya ha quedado claro que cualquiera te puede ganar. No se puede catalogar a nadie de favorito porque eso te lo dan los resultados. El objetivo es mantener una línea regular, hacerse fuerte en casa e intentar rascar puntos fuera.

El buen arranque también permite no perder desde el principio la aspiración a ser primero de grupo.

Es importantísimo ser primero porque tienes esa doble oportunidad, pero lo primero que tenemos que hacer es pensar en clasificarnos para el play off. Esto es un maratón y sólo vamos cinco kilómetros, así que hay que seguir trabajando.

Es el único que conocía a Álvarez Tomé y su estilo de trabajar.

Es un entrenador que aprieta mucho. Al principio, los compañeros me preguntaban si siempre iba a ser así y yo les decía que sí, por lo que no queda otra que adaptarse. Sus críticas son constructivas para ayudar al equipo y siempre es el primero que nos apoya para que las cosas salgan bien.

Además, su fichaje por el Alavés viene marcada también por el hecho de que Tomé fuese el entrenador.

Fue una de las bazas importantes para venir a Vitoria. En Granada trabajé muy a gusto con él y me dio mucha confianza en todo momento.

Dentro de ese estilo de trabajo, a este equipo no se le va a poder recriminar la falta de esfuerzo.

Por trabajo y sacrificio no va a ser. Aquí se da duro en cada entrenamiento y en cada partido para alcanzar el objetivo.

Mirando a la competición, se afronta un complicado compromiso contra la Gimnástica, un equipo sin mucho nombre pero que ha empezado muy bien la temporada.

Vienen de una racha espectacular de cuatro victorias consecutivas y eso ya es un serio aviso. No va a ser un partido sencillo porque, además, juegan en un campo bastante pequeño y defienden muy bien. Pese a ello, hay que ir a por los tres puntos para seguir arriba.