Tomando como referencia el singular árbol de la centenaria encina del santuario de la patrona local, Artziniega ha elegido la hoja de esta especie arbórea para que sea el elemento que, a partir de ahora, represente al municipio.
La nueva imagen institucional, que lleva aledaña las palabras pasado y futuro, en euskera y castellano, se ha realizado en tonalidades verdes y, asimismo, ha ido acompañada de la modernización del escudo oficial de la villa, manteniendo su esencia pero haciéndolo más actual.
Casa de cultura
La nueva imagen fue presentada, el pasado sábado, durante el evento inaugural de la casa de cultura que, tras dos años de obras, ya esta preparada para albergar -desde la semana que viene- la oferta de cursillos municipales de este nuevo curso.
Las nuevas instalaciones se irán adaptando a las necesidades de la ciudadanía. De momento, ya cuentan con sala de ensayo, espacios multiusos, gazteleku o sala de proyecciones.
La biblioteca, por su parte, se trasladará a su planta baja a lo largo de este mes desde su sede provisional, al tiempo que se ultima el equipamiento del edificio.