Las fiestas de Agurain transcurren a buen ritmo. El lunes, día de trabajo para muchos vecinos, los protagonistas de la mañana fueron los jubilados y jubiladas locales que, un año más, demostraron que la edad no está reñida con la fiesta y se dejaron llevar por la diversión.
Tras la celebración del Domingo del Rosario, la fiesta se vuelve menos multitudinaria y, ahora, son los vecinos los principales protagonistas de los festejos. Los más jóvenes se retiraron pronto para reponer fuerzas, tras el primer envite festivo y por la mañana los jubilados de la localidad fueron los protagonistas.
Decenas de jubilados dejaron por un día sus quehaceres diarios y se reunieron en la plaza del ayuntamiento. Allí, una representación de la Corporación municipal, encabezada por el alcalde, Raúl López de Uralde, les rindió un sentido homenaje. El radiante sol tras la intensa niebla de primera hora de la mañana animó a más de uno a sumarse a la fiesta desde primera hora de la mañana.
Los pañuelos
Poco a poco, un grupo de chicas pertenecientes a la cuadrilla Ahuntzak, los representantes municipales y los miembros de la asociación de jubilados Virgen de Sallurtegi fueron poniendo, uno a uno, los pañuelos conmemorativos de la XLIX edición del homenaje a los y las jóvenes de ayer. Este año era de color azul con letras negras.
Días atrás, la Corporación distinguió a los más mayores de la localidad. Tanto Mercedes, de 102 años, como Víctor, de 101, han sido este año los elegidos para la visita municipal y la entrega de ramos.
Con el objetivo de coger energía para la jornada que se presentaba por delante, los presentes no dudaron en echarse a la boca galletas, café, moscatel o mosto.
Los más de doscientos cincuenta jubilados participantes en el acto se mostraron orgullos de contar con un día para ellos en las fiestas. “Aquí estamos un año más y que haya mucho más”, comenta un grupo de amigas en los primeros minutos de la celebración, que siguió con la kalejira hasta la iglesia de San Juan, acompañado de las autoridades y de la banda de música local.
Tras la misa, el carácter festivo de la jornada inundó los cuerpos de los más añosos que no dudaron en dirigirse a la plaza de Santa María para disfrutar de unos bailables amenizados por la banda municipal. Posteriormente, gozaron de una estupenda comida y una sobremesa musical.
Lanzamiento de jamón
Por la tarde, no pararon las actividades tanto para jóvenes para los mayores. No en vano, los lunes de fiestas siempre se han considerado un día íntimo tras la avalancha del fin de semana, pensado y disfrutando casi en exclusiva para los habitantes de Agurain y de sus alrededores.
Pero no sólo los mayores tuvieron su espacio en las fiestas. Además, ya por la tarde los jóvenes se lo pasaron en grande con el campeonato de lanzamiento de jamón, en el que también participaron algunas cuadrillas de blusas, lo que contribuyó a crear un ambiente inigualable de alegría y de ganas de seguir pasándoselo bien a la espera de la celebración el martes de la 630 edición de la Feria.