En marcha las obras del centro cívico de Judimendi
Las obras durarán 15 meses y su inversión asciende a los 4,2 millones de euros IVA incluido
Como parte del proceso de renovación y adaptación de los servicios municipales a las nuevas demandas ciudadanas, y al desgaste que provoca el paso del tiempo, el centro cívico de Judimendi permanecerá cerrado durante quince meses –desde el pasado mes de junio–. El motivo se trata de la ejecución de unas obras de rehabilitación energética que permitirán reducir en un 43% el consumo de energía primaria no renovable.
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Las actuaciones también incluirán mejoras en materia de accesibilidad y seguridad contra incendios. Además, se aprovechará la intervención para adecuar el edificio al reglamento de desarrollo de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas.
Judimendi es el segundo centro cívico más veterano de la ciudad, tras el de Iparralde. Este último abrió sus puertas en 1989, aunque inicialmente funcionó como matadero. El centro de Judimendi celebró su 35 aniversario en abril de 2025 y, cada año, acoge una variada programación deportiva, cultural y social, con cerca de 280.000 personas usuarias, aunque el año pasado la cifra de accesos ascendió a los 364.990 usuarios. Debido a su cierre temporal, el Ayuntamiento ha diseñado un plan de actuación que permitirá trasladar parte de sus actividades a otros espacios del barrio o a centros cívicos cercanos.
Inversión municipal
El presupuesto total destinado a la renovación asciende a 4.219.235,35 euros (IVA incluido), una inversión con la que el Ayuntamiento pretende modernizar un edificio emblemático del tejido comunitario vitoriano.
Las principales actuaciones se dividen entre el exterior y el interior del edificio. En el exterior, se instalará una fachada ventilada con 14 centímetros de aislamiento de lana mineral en todo el perímetro. También se sustituirán las ventanas y los muros cortina por carpintería de aluminio con vidrios bajo emisivos –cristales que reflejan la energía para mejorar el aislamiento térmico–. En las cubiertas se colocará una capa de aislamiento de entre 10 y 16 centímetros de lana mineral, además de instalarse lamas de protección solar en los huecos del edificio.
En el interior, se implementará un sistema de recuperación de energía en la renovación del agua de la piscina, lo que mejorará la eficiencia energética del recinto. También se instalará un generador fotovoltaico de 69,66 kilovatios-pico en régimen de autoconsumo, se redistribuirán los aseos, se habilitará una nueva pasarela en la primera planta y se reforzarán las medidas de seguridad y evacuación en caso de incendio.
Plan alternativo de actividades
El cierre por obras conlleva un plan de contingencia para que parte de las actividades habituales se trasladen a otros locales del barrio o espacios próximos. La concejala de Gobierno Abierto y Centros Cívicos, Miren Fernández de Landa, explicó que en los últimos meses se han estudiado todas las alternativas posibles para reubicar cada uno de los servicios. “La obra conlleva inconvenientes, pero el resultado merecerá la pena porque ganaremos en confort y seguridad, además de cumplir con la normativa vigente”, afirmó la edil.